Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
7
Thriller. Drama Joe (Joaquin Phoenix), ex marine y antiguo veterano de guerra, es un tipo solitario que dedica su tiempo a intentar salvar a mujeres que son explotadas sexualmente. No se permite ni amigos ni amantes y se gana la vida rescatando jóvenes de las garras de los tratantes de blancas. Un día recibe la llamada de un político porque su hija ha sido secuestrada. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2017
28 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desasosegante, turbio y violento thriller de Lynne Ramsay, que indaga sobre las secuelas de los excesos y perversiones en un mundo enfangado en el caos y abocado al exterminio farragoso del prójimo. Quizás su ritmo, a ratos premioso a ratos frenético, pueda descolocar a aquellos espectadores que esperen una cascada de matanzas y un baño de sangre asfixiante, pero en realidad estamos ante un estudio psicológico de un ser trastornado por el furor de la batalla y desorientado por la sinrazón de la vida. Un ‘solucionador’ de problemas al margen de la ley, un sicario que se toma la justicia a martillazos, que acepta encargos pestilentes que amenazan con desvelar lo más oscuro y nauseabundo de la existencia humana.

Las heridas más profundas e incurables son las del alma. Cuando nos quiebran la voluntad, nos convertimos en juguetes rotos, en material de desguace, que deambula como muertos vivientes en un mundo que nos es ajeno y nos importa una higa, incapaces de conectar con nuestras emociones o con las emociones de los demás, meros autómatas comatosos que se mueven a golpe de talonario, manipulables y sin voluntad, esclavizados por la desgracia y atormentados por un sentimiento de culpa angustioso, abocados a ponerse al servicio del mejor postor, porque no hay nada mejor que hacer que sacar partido de la cochambre que todo lo impregna y destruye. Hasta la inocencia.

Estamos ante un abrumador ejercicio de estilo. Los diálogos son mínimos y, casi siempre, ininteligibles, nunca se dice nada de forma directa ni clara, sino que debemos de mantenernos alerta para reconstruir lo que bulle, agazapado, por debajo de las palabras y así poder adivinar o descubrir lo que en realidad ocurre, desbrozando y sacando a la luz todo aquello que no tiene nombre o se calla por pudor o ignorancia. La dirección es portentosa, desbocada, febril, sustentada en un montaje brillante y creativo lleno de hallazgos y rebosante de originalidad. Nos arrastra durante todo el metraje sin darnos tregua, ni siquiera en los momentos de quietud o misantropía que puntean el recorrido a ráfagas impredecibles, falsos remansos de paz que preludian un descenso aún más cruento a los infiernos. El abismo lo engulle todo, desterrando la cordura y la piedad.

Asistimos a un rompecabezas donde las piezas parecen no querer encajar ni a porrazos. La brutalidad casa mal con la poesía y, sin embargo, no queda del todo proscrita de esta fábula manierista donde la barbarie señorea a sus anchas. Y nos desvela como el germen de la violencia, de la venganza, de la atrocidad corre el riego de mancillar cualquier esperanza de redención. El final simula optimismo, pero encubre la semilla del diablo.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow