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Voto de antonalva:
6
Ciencia ficción. Aventuras. Drama Espacio profundo. Monte y su hija Willow viven completamente aislados a bordo de una nave espacial. No siempre estuvieron solos: eran parte de un grupo de condenados a muerte que aceptaron conmutar sus sentencias por participar en una misión con destino al agujero negro más cercano a la Tierra. (FILMAFFINITY)
19 de febrero de 2019
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que una de las más encomiables características del buen cine es ser capaces de concebir y eregir un mundo imaginado – ya esté ubicado en el pasado, en el presente o en un futuro incierto – y hacerlo pasar por indiscutible o al menos por veraz y verosímil, en donde se pueden llegar a suspender las reglas y leyes que nos atan a la tediosa realidad que nos envuelve y engulle por doquier. Y quizás sea ésta la mayor virtud de esta cinta francesa rodada en inglés: nos propone una distopia futurista que no por atroz e inhumana deja de tener su molesta credibilidad. No resulta una experiencia ni agradable ni indulgente para con el espectador, pero quizás más por las crueles posibilidades que presagia y no tanto porque lo que vemos sea absurdo o delirante.

Nos enfrentamos con una fábula alejada de la ciencia ficción hollywoodiense, aunque en su tosca y precaria verosimilitud – que nos remite más al feísmo intimista de Alien que a la bullanguera espectacularidad de Star Wars – prime la mugre, el fatalismo y la monotonía sobre la fastuosa megalomanía de los efectos especiales de batallas y mutantes. El individuo puede estar, en apariencia, al mando, pero en verdad es esclavo de una tecnología que lo arrolla y doblega hasta convertirlo en una marioneta quebrada, en una molesta y onerosa cobaya caduca. El pesimismo visceral que impregna las imágenes nos debiera servir de recordatorio que todo ser humano tiene unos derechos que deben ser respetados y salvaguardados, sin que puedan ser menoscabados o atropellados por lo que pueda llegar a decidir una mayoría, por muy democrática que ésta diga ser.

Claire Denis nos propone una desoladora reflexión travestida de pesadilla futurista sobre la deshumanización del presente – aunque en apariencia nos hable del futuro y nos ubique en una cochambrosa nave espacial tan alejada de la tierra como de cualquier paraíso utópico, tan ajena a la compasión como a la misericordia. El hombre es lobo para el hombre y nada mejor que pergeñar un relato que parece reflejarnos lo que podemos llegar a ser cuando en verdad no abandonamos en ningún momento el lodazal terrestre en el que apenas quedan atisbos de esperanza ni mentiras piadosas que contarnos. Vamos encaminados hacia un agujero negro que anulará cualquier promesa de redención.

Por su falta de optimismo y luminosidad, resulta una obra difícil de recomendar, pero abre un sinnúmero de espinosos interrogantes que resuenan, sin respuesta, en el vacío interestelar.
antonalva
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