Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
6
Thriller Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas, se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra de arte. Pero, tras recibir un golpe en la cabeza durante el atraco, descubre, al despertarse, que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni las amenazas ni la tortura física logran arrancarle respuesta alguna, el líder de la banda (Vincent Cassel) contrata a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que le ayude a recordar. (FILMAFFINITY) [+]
22 de junio de 2013
54 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Danny Boyle es un ya veterano director británico (56 años) de reconocido talento y reconocible estilo que suele caracterizarse por un poderío visual no siempre acorde con la calidad o las cualidades del guión que está poniendo en escena. En este caso, a priori, parecería que su estilo intenso, trepidante, de montaje frenético y elaborada manipulación de la imagen le iba como anillo al dedo: un irredento e irreductible adicto al juego que se ve envuelto (bueno, que se envuelve) en una elaborada trama sobre suplantaciones, mentiras, robos, asesinatos, hipnosis y obras de arte. Pero no es oro todo lo que reluce.

“Trance” se deja ver muy bien, atrapa desde el principio, y zarandea al espectador a su antojo por los vericuetos más desaforados e inverosímiles que imaginarse pueda. Es toda una aventura emocional que reproduce muy bien el desconcierto del propio espectador que no sabe a quién creer, de qué lado ponerse o en quién confiar. Engaño tras engaño, desojando y contorsionando las complejidades más bulliciosas. Quizás demasiada vuelta de tuerca y demasiados juegos de malabares que dispersan al espectador que acaba por abandonar el intento por creerse lo que es del todo increíble.

Las potentes imágenes encuentran en el trío protagonista a unos entregados cómplices que hacen que durante la proyección se sigan todos los vericuetos con interés y admiración – sobro todo se luce una admirable Rosario Dawson, portento físico de exuberante presencia e innegable talento y que mejor encarna el juego que se nos propone. Pero llega un momento en que tanto exceso, tantos quiebros, tanta voltereta y tanta pirueta narrativa acaba fatigando por mera acumulación infructuosa. Y se abre paso una cierta insatisfacción porque le punto de partida, los actores, la dirección, todo, está magníficamente entonado y calibrado, pero el conjunto se queda corto, hierra el tiro por querer abarcar demasiado y todo se acaba desinflando.

Intensa, interesante, potente y, sin embargo, fallida.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow