Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonalva:
5
Drama 'Bohemian Rhapsody' es una celebración del grupo Queen, de su música y de su singular cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos para convertirse en uno de los showmans más queridos del mundo. El film plasma el meteórico ascenso de la banda al olimpo de la música a través de sus icónicas canciones y su revolucionario sonido, su crisis cuando el estilo de vida de Mercury estuvo fuera de control, y su triunfal reunión en la ... [+]
2 de noviembre de 2018
66 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
El primer pensamiento que me viene durante la proyección de esta cinta es: ¿cómo se puede ensamblar algo tan deshilvanado, insulso y desvaído contando como eje motriz con uno de los personajes más carismáticos y exuberantes del mundo de la música pop del último tercio del siglo XX? Y la segunda incógnita que me martillea y entristece es: ¿para qué se comercializa con tanta pompa y alharaca un pastiche tan hueco y esaborío? Supongo que la respuesta a ambos interrogantes se encuentra en la actitud mercachifle y cortoplacista que rige el mundo del cine desde hace décadas: hacer caja lo más rápido posible, amontonándolo acto seguido en el desván de los destrozos inconfesables, ya que el próximo proyecto grandilocuente y sin alma está esperando impaciente entre bastidores. Saquear de forma tan descarada, tan pueril y tan indigna el nombre tanto de Queen como de Freddie Mercury sería disculpable, si no estuviera a la orden del día en el mundo audiovisual que nos anega.

Lo más triste es que tras salir del cine sé tanto sobre Freddie Mercury como antes de entrar, es decir, casi nada. Que nació en Zanzíbar (Tanzania) en 1946 y que – tras permanecer ocho años interno en un colegio en la India – se fue con su familia a vivir al Reino Unido en 1964. De allí al laborioso estrellato, a la vorágine, a la enfermedad y a la precipitada muerte a los 45 años en Londres. Todo ello amenizado con algunas canciones memorables – aunque utilizadas sin originalidad ni un mínimo de garra o empuje – y engalanado con una chocante guardarropía barroca, aunque tan previsible como carente de impacto. ¿Quién era en realidad Farrokh Bomi Bulsara – ya para siempre Freddie Mercury? ¿Qué lo atormentaba? ¿De qué huía o adónde quería llegar? ¿Qué le hechizaba o de qué sentía aversión? ¿Cuáles eran sus ocultos sueños y cómo eran sus más temidas pesadillas? Tendremos que seguir esperando a que alguien nos desvele esos íntimos arcanos, porque nada de lo que vemos nos ilumina ni nos sugiere algo con lo que barruntar una respuesta.

Siendo honestos, no hay casi nada que se pueda salvar de la quema. Una aislada escena descuella y está a la altura de sus personajes, aunque no redime del letargo y desinterés a este engendro: su apoteósica intervención durante el concierto de Live Aid en julio de 1985. Vibramos con la recreación de aquel portentoso instante que forma parte de la historia de la música. Forma y fondo encuentran ahí su horma y nos contagia un entusiasmo inusitado y vislumbramos algunas posibles respuestas a las múltiples preguntas que habíamos abandonado hacia tiempo por insolubles. Pero es apenas un destello aislado, engullido entre un marasmo de sopor.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow