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Voto de antonalva:
7
Comedia. Drama A sus 38 años, Eva teme que su reloj biológico esté a punto de pararse para siempre, pero su novia Kat no quiere que un recién nacido altere la existencia libre y despreocupada que viven ambas en un barco en los canales de Londres. Cuando Roger llega de visita desde Barcelona, Eva no solo ve en él al mejor amigo de su novia, al mejor aliado emocional imaginable, sino también a un potencial donante. Y para sorpresa de Kat, a Roger le ... [+]
7 de diciembre de 2017
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tres personajes, una historia de amor, un gato muerto, una madre ‘new age’, una barcaza como hogar flotante y una sensibilidad a flor de piel. Con estos frugales elementos ensambla Carlos Marques-Marcet una obra que sorprende tanto por sus aparentes limitaciones formales como por la vastedad de los sentimientos que aborda con descaro y aplomo. Pocas veces he visto tan bien reflejado en una pantalla lo difícil que resulta armonizar voluntades dentro de una relación romántica, cómo las pequeñas diferencias pueden tornarse en arenas movedizas que engullen todo cuanto encuentran a su paso, cimentando desencuentros y construyendo bombas de relojería que acaban dinamitando los fundamentos del cariño y del apego. Si no estamos atentos, podemos despistarnos con detalles sin importancia y perdernos lo esencial: integrar la voluntad del otro en nuestro universo íntimo y hacerla también nuestra.

Dos mujeres enamoradas hasta el tuétano. De eso no cabe duda. Pero una de ellas desea ser madre y eso crea una complicada trama de rechazos tácitos e incomprensiones calladas que subvierten la cadencia de un relato que hace que el tranquilo fluir del tiempo se estanque y pierda frescura y lozanía, amenazando con pudrir las raíces del afecto. Nada puede volver a ser lo mismo cuando nos enfrentamos a la negligencia y egoísmo de una de las partes si ninguno de los dos está dispuesto a ceder un poco o a transigir en algo o a adivinar la importancia que para el otro tiene aquello que con tanto ahínco nos suplica nuestro ser más querido y con quien hemos decidido compartir nuestra vida. El hedor de la podredumbre socaba el entendimiento y establece el límite que no estamos dispuestos a traspasar para salvar nuestra relación. Y entonces soltamos amarras y navegamos a la deriva, incapaces de volver a un puerto seguro donde recalar para encontrar cobijo y rescatarnos de nuestro extravío.

Un guión excelente, unos diálogos sutiles, una interpretaciones desgarradoras en su sencillez, una estructura cuidada con esmero y mimo, impregnada de un ritmo telúrico imperceptible pero tenaz, unas imágenes repletas de verdad y hondura, que juega con las metáforas pero sin devenir en afectación ni pomposidad, todo sucede bajo la piel pero se muestra con tanto cariño y delicadeza que desnuda y desarma cualquier pudor… Asombrosa pieza de cámara que ofrece mucho más de lo que a simple vista se vislumbra y alcanza cotas de sinceridad y audacia envidiables, sin por ello eludir la ligereza de lo tragicómico.

Portentosa muestra de buen cine, bien urdido y cincelado, primorosamente esclarecido por el luminoso elenco (Oona Chaplin, Natalia Tena, David Verdaguer y Geraldine Chaplin) y rebosante de creatividad. Una joya.
antonalva
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