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Voto de antonalva:
7
Drama. Comedia Claudia, una joven callada y meditabunda, trabaja en un supermercado como promotora de salchichas. Por no saber lidiar con esta insostenible soledad, termina en la sala de urgencias de un hospital público, con un severo caso de apendicitis. Es ahí donde conoce a Martha, una mujer que se encuentra hospitalizada en la cama de al lado. Martha, quien vive acompañada por sus hijos, poco a poco se gana la confianza de Claudia. El curioso ... [+]
20 de junio de 2015
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta pequeña película mexicana es una delicia. Quizás por ser humilde o tal vez porque está hecha con el corazón, con las entrañas y con las ganas arrolladoras de una primeriza llena de ilusión, afán, fuerza y convicción. El relato podría devenir en varias direcciones: comedia, drama, culebrón, fábula… pero acaba abrazando todas esas posibilidades, sin decantarse por ninguna, sin excluir nada, sin cerrar ningún camino, sin ponerle vallas a la imaginación. Aunque habla de muerte, de hospitales, de enfermedad también habla de amor materno filial, de pasión entre hermanos, de camaradería entre compañeros, de las luces, sombras y claroscuros de la vida.

Y sobre todo es una película sobre la necesidad de amor, de tener una familia, una madre, un linaje, sobre la pertenencia y adscripción a un grupo amoroso, diverso, acogedor y mullido. Sólo cuando no has tenido parentela, una madre amorosa y paciente, cuando eres huérfano por circunstancias sobrevenidas, entonces sabes que te falta algo pero no sabes cómo llamarlo, quizás no sabes ni lo que te pasa, pero nada más encontrar lo que buscas no puedes ni quieres separarte, porque al fin has dado con el descanso vital y la relajación que buscabas para construir algo mejor, más perdurable, más intenso, más veraz, que ocupe tu vida con los triviales y mínimos quehaceres cotidianos que nos permiten recogernos y esponjarnos... Dar es recibir, no hay egoísmo sino mera subsistencia y necesidad.

Parece poco pero lo es todo. Da sentido a la existencia y nos permite sobrevivir con otra energía y otra ilusión. Ahora que el concepto de familia (que no es sólo, claro está, la manipulada vinculación sanguínea) está sometido a un bombardeo de críticas, falacias, menosprecios y rechazos, sorprende toparse con este cálido retrato – desde la modestia y sencillez del alma – de una familia variopinta y atípica, llena de estrecheces y varapalos, pero exenta de juicios y dogmas. ¿Cómo poder amar si nunca nos han amado ni nos hemos sentido amados cuando chicos? ¿Cómo aprender lo básico de la socialización cuando no lo hemos visto encarnarse en nada ni en nadie? Sin modelos, sin ejemplos, sin equivocaciones ni aciertos…

La llaneza reconfortante de esta ópera prima rebosa humanidad, ingenuidad e inocencia. En apenas hora y media asistimos a los ritos mínimos del amor materno, del compadreo fraternal, del tobogán vertiginoso de los sentimientos puros y desinteresados. Es una pequeña joya de orfebrería paciente y suave. Su falta de alarde o vanidad es su mayor baza. Un tesoro delicado e inclasificable.
antonalva
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