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Voto de Quatermain80:
7
Cine negro. Intriga. Drama Una misteriosa mujer, Thelma Jordon, inicia un romance con el fiscal de distrito Cleve Marshall. Él intuye que ella le oculta algo, y sus sospechas se confirman con el hallazgo de un cadáver. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2013
22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antepenúltima película norteamericana de Siodmak, y la última del ciclo negro que le encumbraría en Hollywood (aún volvería sobre el género en Alemania), "Thelma Jordon" condensa y resume las características fundamentales que el realizador alemán ya había tratado en sus anteriores filmes.

Así, de nuevo encontramos aquí la idea central en torno a la cual Siodmak suele construir los argumentos de sus películas negras, que no es otra que la fatalidad inherente al amor romántico y apasionado, que se torna fácilmente en autodestructivo. De ahí que por momentos, sobre todo en el primer tramo de la película, nos parezca asistir a un melodrama, pero pronto advertimos que éste se teñirá de negro, conforme nos percatamos del poder que ejerce Thelma sobre Cleve, y que cabe encuadrar dentro de las clásicas atracciones fatales tan propias del género.

Tal vez la peculiaridad de esta cinta sea que en este caso la mujer no empuja a su amante al crimen, como suele ocurrir, sino que éste, en su afán por protegerla, acaba tendiéndose una trampa a sí mismo; para plasmar esta perspectiva -que tendrá bastante recorrido, pues Fritz Lang apuntará algo similar en "Más allá de la duda"- se requería una muy buena concepción de los dos protagonistas, algo que se logra plenamente, pues a un frágil Cleve, cuyo fracasado matrimonio le empuja al alcohol y a la debilidad, se suma una imponente y manipuladora Thelma, que lo arrastrará inevitablemente. Hay que decir que en Siodmak la fatalidad no se impone a los personajes, como si de un destino cruel se tratara, sino que está presente en el carácter de aquéllos, y de ahí que no puedan escapar de ella. El guión encuentra su mejor virtud en el desarrollo de estos aspectos, compensando así algunos puntos menos acertados o más manidos (lo cierto es que uno no puede evitar pensar que Siodmak transita por caminos ya trillados por él mismo).

Las interpretaciones son admirables, aunque prácticamente los dos protagonistas copan todo el interés. Corey está francamente bien, transmitiendo eficazmente sus fracturas internas, unas grietas sentimentales que lo convierten en el ideal derrotado. Y de ella qué decir que no se haya comentado antes; Bárbara Stanwyck es portentosa, haga lo que haga. Sus miradas, con esos ojos que caen en falsa languidez, su aparente fragilidad, que rápidamente se torna en decisión, fuerza de voluntad y capacidad de manipulación... Sin duda que también hizo películas malas e interpretó papeles planos, pero ella siempre conseguía levantar la película en algún instante, con apenas una mirada o una media sonrisa. Aquí tiene momentos espléndidos, a la altura de los que también tuvo en "Perdición" de Wilder, con unos primeros planos fabulosos.

De la factura de la película tan solo quiero destacar algunas secuencias, que en mi opinión justifican por si solas la acreditada pericia del director. La primera es la que muestra a los dos protagonistas intentando "organizar" el escenario del crimen, rodada en semioscuridad, con la cámara enfatizando los nervios de los dos personajes, que se mueven frenéticamente, transmitiendo angustia al espectador. Técnicamente brillante es la secuencia que nos muestra el recorrido de Thelma hasta el juzgado y cómo asciende por las escaleras del mismo (abarrotadas de gente) hasta la sala, rodada sin cortes, con un manejo muy elegante y adecuado de la grúa. Para rematar, y ya hacia el final, son dignos de admiración un primer plano de la mirada de Stanwyck, francamente premonitorio, y el plano de cierre, que tiene a Corey por protagonista; ambos constituyen la mejor encarnación de lo que los dos protagonistas representan: lo fatal.
Quatermain80
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