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Voto de Quatermain80:
7
Cine negro. Thriller. Drama Londres, año 1902. Philip Marshall (Laughton) es un hombre infelizmente casado que conoce y se enamora de Mary Gray, una joven desempleada y depresiva.
12 de junio de 2011
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco antes de maravillar a los espectadores con sus títulos clásicos del cine negro ("The Killers", "Criss Cross" y "Thelma Jordan"), Robert Siodmak ya avanzaba en películas como la presente algunos temas y aspectos que luego retomaría con pequeñas modificaciones. De hecho, este filme debe encuadrarse más bien en el género de la intriga o el suspense, y no tanto en el cine negro propiamente dicho; así, formaría parte de una serie de títulos que también reportaron justa fama al realizador, como "Uncle Harry", "La Escalera de Caracol" o "The Dark Mirror", siendo el segundo de los mismos muy célebre, pese a que en mi opinión, tanto la presente como "Dark Mirror" son superiores.

Grandes aciertos de la película son la sencillez de su argumento y la credibilidad de los personajes, en ambos casos magníficamente desarrollados por un guión espléndido, con diálogos rebosantes de fina ironía. En todo momento el realizador y el guionista logran que los espectadores nos identifiquemos con ese hombre aparentemente apacible, siempre amable y buen ciudadano que interpreta Laughton con su habitual solvencia. La insostenible situación de su matrimonio, así como la aparición de una tentación externa (y vaya tentación, porque Ella Raines está guapísima), empujarán a nuestro afable protagonista por los derroteros del crimen, circunstancia que es uno de los argumentos clásicos del cine de Siodmak, en el que abundan las parejas fracasadas, y las mujeres que queriéndolo o no (como es el caso en esta película) acaban precipitando en el crimen a los protagonistas.

Bien ambientada en un Londres de principios de siglo, la historia transcurre mayoritariamente en interiores, especialmente en la casa del protagonista; los personajes pueden encuadrarse en cierta clase media londinense, acomodada en el caso del personaje interpretado por Laughton, aspectos que se alejan de los patrones del cine negro (siempre con personajes más desesperados y humildes, y en el que la ciudad, y en especial los ambientes más sórdidos de la misma, tienen mayor presencia). Con una realización intachable (las películas mediocres de Siodmak no lo son tanto por su realización como por algunos guiones flojos o fallidos), destacan dos momentos verdaderamente geniales; el primero, cuando el inspector reconstruye el posible crimen, en el que la cámara reproduce el modus operandi del posible asesino, logrando una secuencia extraordinariamente realizada, que inquieta al espectador, aunque éste "ya sabe" lo que ha ocurrido. La segunda que me llamó la atención es la charla que mantienen Laughton y su vecino chantajista, de una acidez y retorcimiento sorprendentes, pues mientras el segundo se burla de la falta de carácter del primero, los planos del rostro de éste ponen de relieve lo que se está fraguando, a medida que los tragos se suceden.
Sigue en spoiler, sin revelar detalles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Quatermain80
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