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Voto de Quatermain80:
8
Drama Biografía de Salvatore Giuliano (1922-1950), un mítico bandido e independentista siciliano. Pero lo que a Rosi le interesa de verdad es centrar la atención sobre el endémico atraso de Sicilia, sobre las relaciones entre mafia, bandolerismo, poder político y poder económico, es decir, sobre las causas de lo que los italianos llaman el "problema meridional". (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2010
28 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excepcional película de reconstrucción histórica a cargo de Francesco Rosi gracias a la cual vería la luz una nueva corriente cinematográfica: el cine político italiano, que contaría entre sus filas autores de gran importancia, como Pontecorvo, Lizzani, Petri o Bertolucci.

Rosi elabora una profunda encuesta investigadora sobre la realidad siciliana de posguerra tomando como eje la muerte del célebre bandido Salvatore Giuliano, héroe popular, antiguo separatista y pelele de mafiosos y políticos conservadores en su lucha por desactivar al Partido Comunista en la isla. Así, un personaje como Giuliano sólo le interesa a Rosi como un medio a través del cual mostrar los conflictos de fondo que se libraban en la Sicilia de entonces, conflictos de los que Giuliano era más una consecuencia que una causa. El filme narra una historia compleja, con numerosos saltos temporales y haciendo uso ocasional de la voz en off, para situar al espectador en los acontecimientos de la época. En una primera parte se centra en mostrar el clima reinante en la isla, con la ocupación militar de por medio, para después, y al hilo de un juicio posterior a los bandidos, investigar la muerte de Giuliano y apuntar qué puede ocultarse tras la misma. Es llamativa la decisión de no mostrar nunca al supuesto protagonista con vida; tan sólo lo vemos al principio, en un hermoso picado que nos lo muestra muerto, y al cabo de la hora de metraje, cuando su madre identifica el cadáver (que es enfocado en un escorzo parecido al del "Cristo muerto" de Mantegna). El resto del tiempo Giuliano está presente en espíritu, ya que aunque nunca se hace visible, todo el mundo, espectadores incluidos, percibe su presencia.

Eficazmente rodada e interpretada, destacan secuencias como la inicial, con esa muerte tan escenográfica, de una estética muy cuidada, y que como se verá no es un capricho del director, sino una decisión consecuente. Muy notables también las secuencias de la ocupación militar de los pueblos sicilianos, que recogen fielmente la angustia de las mujeres a las que les son arrebatados sus maridos, así como la dedicada a la célebre matanza de Portella della Ginestra. A ello cabe añadir un guión de enorme solidez, tanto por lo que explícitamente cuenta como por lo que implícitamente sugiere al espectador, que terminada la película sigue cavilando posibilidades. Además, el filme gana enormemente en veracidad al haberse rodado en los lugares exactos en los que se desarrollaron los acontecimientos históricos.

Por todas estas razones, una obra imprescindible que nadie debe perderse.
Quatermain80
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