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Voto de Elcinederamon:
7
Aventuras. Drama Groenlandia, año 1908. Josephine Peary (Juliette Binoche), una mujer rica y culta, inicia una expedición al Polo Norte para reunirse con su marido, el explorador Robert Peary. Durante el viaje se encuentra con una humilde mujer esquimal, Allaka (Rinko Kikuchi). Pese a sus numerosas diferencias culturales y personales, ambas tendrán que unirse para poder sobrevivir a las duras condiciones climáticas de la tundra en el Ártico. (FILMAFFINITY) [+]
20 de marzo de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nadie quiere la noche, de Isabel Coixet, es un drama de aventuras y supervivencia basado en personajes reales en el que la mujer de un conocido explorador, va en su búsqueda a Groenlandia donde emprende un viaje que cambiará su vida para siempre. Con esta historia, la directora muestra una trama en la que la obsesión de la protagonista por cumplir lo que pretende, abre el camino a distintas situaciones personales y humanas que son el verdadero fuerte del film, en especial, la relación que surge entre ella y una esquimal que sin saberlo comparte con ella el mismo hombre, dando lugar esto a una hermosa amistad entre estas dos mujeres tan distintas entre sí, que tienen que aprender a comunicarse y comprenderse para sobrevivir al duro invierno que les espera en la tundra cercana al polo norte.
En cuanto a los detalles técnicos de la cinta, la fotografía cumple con una parte importante de esta al mostrar imágenes lumínicas y también oscuras que son evocadoras del lugar, cumpliendo con una labor sobresaliente y desde luego inspiradora. La música acompaña las escenas oportunas con sonidos intrigantes y melódicos que añaden melancolía y conmueven con belleza al espectador, para acercarlo más aún a su historia. Los planos y movimientos de cámara consuman una soberbia tarea mediante el uso de la cámara en mano, reconocimientos lentos, detalles, primeros y primerísimos planos que exprimen lo mejor de las interpretaciones y su inhóspito entorno.
El guion, escrito por Miguel Barros e inspirado en personajes reales, llama especialmente la atención por centrase en las vivencias de Josephine Peary (Juliette Binoche), en lugar de las de su marido el famoso explorador Robert Peary, que supuestamente fue el primero en atravesar el polo norte, dando así de lado el guionista la épica hazaña del explorador para concentrarse más bien en la parte femenina que cubre esta historia tras la realidad conocida, concediendo así más importancia a la cara b de la aventura que al hecho histórico real. Esto se lleva a cabo con una narrativa con voz en off de la protagonista, que es reflexiva y que con su tono académico remarca la desesperanza de lo que va a ocurrir en la película. Merece también especial mención, el montaje lineal y seguido que imprime un ritmo lento, casi majestuoso en la trama, que no es del gusto de todos pero hipnotizará a aquellos que no les importe siempre y cuando se le ofrezca a cambio algo notable.
Las interpretaciones, son de lo mejor del film y convencen por su integridad. Como protagonistas, Juliette Binoche luce con profundidad y verosimilitud un enorme papel y destaca el acompañamiento de Rinko Kikuchi, que da credibilidad a su personaje esquimal. Son también buenas las colaboraciones secundarias de Gabriel Byrne, Matt Salinger y Velizar Binev entre otros. Los vestuarios y caracterizaciones escogidos para estos personajes, son sugestivos de la época y el lugar, así como de su clase social en una estupenda tarea que obtuvo un merecido Goya y que junto con los decorados y los exteriores, te transportan eficazmente al momento y lugar en cuestión.
Resumiendo, considero a Nadie quiere la noche una película profunda y hermosa cuyo mayor fuerte es la relación humana que surge entre Josephine (Juliette Binoche), que es la esposa del famoso explorador Robert Peary y la mujer esquimal (Rinko Kikuchi), satisfaciendo con ello a los buscadores de dramas bien trabajados que pretenden ser puros sin nada artificial que los adorne. Logra así, Isabel Coixet, cautivar al espectador ávido de un cine auténtico que recuerda por algunos detalles visuales e interpretativos a grandes superproducciones como Memorias de África o Doctor Zhivago, aunque a menor escala, por la lucha de las protagonistas y su obsesión por sobrevivir a los elementos extremos y la naturaleza más salvaje.
Elcinederamon
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