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Voto de Elcinederamon:
7
Drama Jerez de la Frontera, 2012. Rocío, una madre soltera y sin trabajo, no recibe ningún tipo de ayuda ni subsidio. Vive con a su hijo de ocho años en un piso cuyo alquiler no paga desde hace meses, de modo que el dueño la amenaza continuamente con echarla a la calle. Para hacer frente a los gastos de manutención y alquiler, realiza trabajos ocasionales mal pagados y vende en el top manta objetos encontrados. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Techo y comida, de Juan Miguel del Castillo, es un drama social basado en la crisis económica en el que una joven Jerezana, madre soltera y sin trabajo, malvive con su hijo en un piso que no puede pagar mientras busca un trabajo que no aparece. Con esta cruda realidad, el director saca los colores a la población con una tremenda verdad que aún muchos no quieren comprender, y además, la expone desde diversos puntos afectados para dejar evidencia que no es algo que dañe solo a algunos, sino que es algo que perjudica a todos. Logra con ello, atrapar al público y dejar mella en él con una historia que puede pasarle a cualquiera.
Las interpretaciones son de lo mejor de la película en convicción y por estar llenas de talento. Como protagonista absoluta Natalia de Molina se echa el film a las espaldas en un deslumbrante papel lleno de profundidad y dramatismo, derrochando la rabia y la desesperanza de una mujer que lucha con todo en su contra. Son buenos también los acompañamientos de Mariana Cordero, Jaime López, Mercedes Hoyos y Gaspar Campuzano entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones humildes que dejan evidencia de la clase social a la que pertenece la protagonista.
En cuanto al guion, escrito por el director, puede estar perfectamente basado en hechos reales aunque no sea así, ya que las situaciones que plasma ocurren cada día en muchos lugares del país, con lo que el espectador siente la asfixia económica que padece el personaje al que da vida Natalia de Molina, al ser partícipe de un modo u otro de la misma realidad que la aprieta a ella. Es por tanto un film, que recuerda tristemente la cruda actualidad que vive el país y que es palpable para todo aquel que lucha cada día por esquivarla. Esto se lleva a cabo con una narrativa desoladora y llena de tristeza que a través de unos diálogos llenos de desilusión, dejan claro la situación que vive nuestra joven y desafortunada protagonista.
En cuanto a la parte técnica, la película es competente al tener una fotografía alusiva que transporta eficazmente al público. La música es usada en contadas ocasiones para no desviar la atención de la trama. Los planos y movimientos de cámara añaden dramatismo a la película mediante el uso de la cámara en mano continua y el seguimiento. Cabe destacar también, que el montaje marca un ritmo lento que llega a ser asfixiante por la lenta desesperación que va sintiendo el personaje, aunque es de corta duración y eso hace que no se haga demasiado largo.
Resumiendo, considero Techo y comida, una obra desoladora que te devuelve a la triste realidad de un país abocado a la crisis económica más profunda que se ha conocido en la democracia, machacando al público con esa triste actualidad que por momentos se nos escapa y que este film sirve como prueba evidente. Con todo esto, es una película que aún con sus fallos, es digna de elogio por ser el primer largometraje de un director, que ha comenzado con buen pie y con reconocimiento de crítica y público a través de una película que nos devuelve a una triste realidad que lleva ya años haciendo de las suyas.
Elcinederamon
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