Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
1
Comedia Avelino Lechuga (Galiardo) es un actor en paro que trabaja como payaso con el nombre artístico de "Lechuguete". Su vida no es fácil, pues la agencia que lo representa se queda con gran parte del dinero que gana actuando en fiestas infantiles. Un día, por casualidad, conoce a Paquito (Raulito), un niño cantante muy prometedor. Entonces, con la ayuda de su hijo (Valderrama), un ex-cura obsesionado por fundir el flamenco y el canto ... [+]
22 de septiembre de 2005
42 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por error o en busca de nuevas experiencias sado ví esta tarde "Franky Banderas". Como uno ya está inmunizado ante toda clase de esperpentos me dispuse a sufrir durante 90 minutos de mi vida.
No sé si “Franky Banderas” pretende ser una parodia de las películas de Marisol y Joselito y simplemente busca la complicidad de un público acostumbrado a lidiar con la panda de freaks televisivos. O ser una simple y casposa comedia acerca de las sanguijuelas que acompañan y se aprovechan del éxito ajeno. Creo que los tiros van por esto último. El problema es que Raulito se acerca más al freak que al artista.
La historia es nefasta. El guión es incoherente e inexistente. Las interpretaciones son bochornosas. Se palpa que Juan Luis Galiardo y Maria Barranco sienten vergüenza de decir sus frases. Como dato anecdótico hay que señalar que Galiardo no ha hecho ninguna película todavía y que Maria Barranco se ha tenido que ir fuera de España para encontrar un papel.
Personajes que no llegan ni al nivel de caricatura. Bodrio abominable. Los chistes son malos. Las situaciones cómicas dan pena y son patéticas. No hace gracia.
Si quieren acabar con la piratería y la pederastia que obliguen a poner “Franky Banderas” como única película en todos los top mantas y programas peer2peer durante una semana. Los pederastas vomitarían o saldrían corriendo cada vez que vean a un niño y la gente dejaría de comprar o descargarse películas. Aunque claro, nadie volvería a pisar el cine para ver una película durante mucho, mucho tiempo.
Sólo para cinéfilos adictos al sadomasoquismo extremo. Con dos pinzas de la ropa en los pezones creo que se disfrutaría más. Las almas incautas que lean esto y se atrevan están avisadas.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow