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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
6
Comedia. Drama Medio-oeste americano, 1967. Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg) es un profesor de física que ve cómo de la noche a la mañana su vida se derrumba. Es un hombre bueno, un marido fiel y afectuoso, un buen padre y un profesor serio, pero, de repente, todo en su vida empieza a ir mal. Su mujer lo abandona sin explicaciones, y el amante de ella lo convence para que deje su casa y se mude a un motel por el bien de los niños. Además, su carrera ... [+]
8 de agosto de 2010
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Entendemos ‘el gato muerto’ en la caja? ¿Deducimos la paradoja de Schrödinger? Cada decisión posiblemente provoque que se mueva un resorte, un gatillo de una pistola cuántica que no está apuntado directamente a la cabeza. Tal vez estemos muertos y vivos a la vez como ese cortometraje con el que arranca “Un tipo serio” y un fantasma sea confundido con el mismísimo diablo. Maldiciones judías aparte, el arranque del largo se basa en dos tramas paralelas que parecen ser una sola.
Arranca como si fuera un episodio de “Lost” con virguerías temporales que hacen pensar en flashbacks sideways, pero ese periplo cómico-temporal se funde en un autobús amarillo y un giro de cabeza. A partir de ese punto los Coen se centran en la figura paternal pero no contraponen esas desgracias a un destino kármico de un hijo sino que limitan a este último breves chispazos en forma de una trama monetaria y un puñado de marihuana.
Algo que podía funcionar en todo ese universo humano, que nos proponen los hermanos Coen, pero algo falla como si la imperfección se apoderase de un eje que no es tal.

Bienvenidos al mundo judío del woopsy-doopsy (esa no es judía), del Gett, de la Aguna y por supuesto del Mazel tov. “Somebody to love” de Jefferson Airplane abre y cierra un filme que comienza en un lugar microscópico donde se forma un puzzle de pequeñas piezas y microhistorias. Como esa de los tres rabinos y que uno de ellos sea Simon Helberg (Howard Wolowitz de “The Big Bang Theory”) pero otro se marque una historia con destino y dentista.

No es un filme autobiográfico, pese a contener pinceladas del propio pasado de Ethan y Joel. Unos Coen sin estrellas para transmitir mayor realismo y que parecen dar bandazos cinematográficos saliendo muchas veces indemnes. Todo se puede deber al juego de causa-efecto como karma demoledor. La desgracia vista como una comedia que es la vida. Infinitas desdichas que no acaban de cuajar en el contenido cómico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maldito Bastardo
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