Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
7
Romance. Drama En la puritana sociedad londinense de los años 50, Hester Collyer (Rachel Weisz), la esposa de un juez del Tribunal Supremo Sir William Collyer (Simon Russell Beale), lleva una vida privilegiada. Pero todo cambia cuando, para asombro de todos, decide dejar a su marido para irse a vivir con Freddie Page (Tom Hiddleston), un joven y apuesto ex piloto de la RAF del que ha caído profundamente enamorada. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2012
18 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ‘durante’ y ‘después’ de la Segunda Guerra Mundial confluyen en el pasado del presente de una mente que se plantea la oscuridad de su futuro… pero se trata de un mero telón de fondo, como ese Londres sobre el que se mueve otro tipo de llama para resurgir de los escombros. Para el veterano Terence Davies la obra de Terence Rattigan es una mera cortina que correr para dejar que el espectador entrevea el lado luminoso del foco oculto, del amor pero también de la asimilación de la teatralidad de la mentira.

El cineasta, a través del recuerdo de su personaje, parece rememorar su propia filmografía entablando conexiones y diálogos con “La casa de la alegría”, “El largo día acaba” y “Voces distantes”. El tiempo se detiene… y surge el encuentro con el pasado. Davis detiene el tiempo y lo encapsula a través de un filme circular que marca la noche y día (anímica y emocional) de la protagonista en dos reversos del destino. Tal vez el despertar del día a través de la apertura de unas cortinas y una tímida sonrisa traspasando la vidriera de una ventana nos desvelen cierta esperanza. El futuro, tal y como indica la protagonista del filme, no es ni el de ella ni el de su marido o su amante… Es simplemente… el futuro.

Queda el amor, únicamente eso… porque el amor… es todo, aunque nos quedemos sin nada. Los ecos de “El fin del romance”, “Breve encuentro” y “Deseando amar” para cualquier cinéfilo podrán ser visibles, pero el mérito de un artesano como Davies es que, a través de la fotografía y la meticulosa puesta en escena con precisos movimientos de cámara, construye un universo propio y al mismo tiempo etéreo… El fondo musical resulta premonitorio, la imagen por momentos queda magnetizada en nuestras retinas. Entre el amor platónico y el pasional parece emerger el verdadero amor, que incubado en el sacrificio de dejar marchar voluntariamente al ser amado. “The Deep Blue Sea” nos narra mágica y melancólicamente el proceso hacía esa despedida.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow