La serie consiste en situaciones disparatadas protagonizadas por tres idiotas de buen corazón. No hay mucho más. pero el caso es que le vas pillando el gustillo. Es de esas cosas que de primeras no captas el rollo, pero poco a poco vas entrando en su juego hasta que en unos cuantos episodios acabas tronchándote ante la estupefacta mirada de amigos y conocidos, acostumbrados a productos penosos tipo Friends, en los que cada palabra va acompañada de unas patéticas risas enlatadas aderezadas con evidentes chistes mil veces vistos y oídos. Esta serie destila frescura, y recuerda un poco a New Girl por la agilidad del guión y los diálogos. Diálogos totalmente estúpidos, pero pretendidamente, porque como he dicho al principio, los tres personajes son rematadamente idiotas. Se les coge cariño desde el primer capítulo, y desde ese primer capítulo los personajes están totalmente formados. Eso se agradece porque si te gustan en el primer capítulo, vas a querer más; y la garantía es que no van a cambiar a lo largo de la serie. Son así de imbéciles. Además te evitan esa sensación rara de los episodios piloto.
Además, el visionado es muy ligero debido a la agilidad narrativa, y eso se agradece mucho. Hacen que ningún episodio te llegue a cansar. Buena mierda en pequeñas dosis. Perfecto.
La verdad es que la recomiendo totalmente, si te gusta New girl, Me llamo Earl, o comedias británicas como Spaced o Black Books, y huyes totalmente de mierdas como Friends, Cómo conocí a vuestra madre, y ese tipo de moñeces para pijas tontas en las que (dicho sea de paso) te meten drama sin venir a cuento.