Simplemente genial. Desde la primera temporada, describe el mundo del espionaje y contraespionaje de un modo realista, creíble y profundo, lejos de los espías que asesinan a millones y se acuestan con todas las mujeres guapas como James Bond. Por el contrario, presenta un elenco de personajes complejo, lleno de todas las sombras y luces de las personalidades humanas que se enfrentan a situaciones difíciles y a menudo terrible, en las cuales demasiado a menudo tienen que elegir entre los menores de los males. Y a esto se le une que es una serie donde cualquier cosa puede pasar, donde una situación aparentemente tranquila puede volverse de repente terriblemente peligrosa por una palabra equivocada, o un gesto delator. Especialmente teniendo en cuenta que es una serie donde los protagonistas a veces tienen éxito, a veces fracasan, y en otras todo sale aún peor.

Simplemente, de lo mejor que se ha hecho en series jamás.