Estupenda película de aventuras británica, enmarcada en el año 1942 durante la segunda guerra mundial en la batalla del desierto entre las tropas británicas y alemanas. Original y entretenidísima road movie con ambulancia rodada con un gran sentido de la tensión, escenas muy bien resultas y magnificamente fotografiada con un destacado sentido del espacio abierto, está protagonizada por un atormentado soldado alcoholizado en lucha con sus demonios internos -un rubicundo John Mills- acompañado por unos más que correctos Anthony Quale y Harry Andrews que se deben enfrentar a mil y un problemas para tratar de llegar a Alejandría: averías, desvíos, encuentros con alemanes, espías, agotamiento y hasta una pequeña y prescindible historia de amor, que acaban por completar una película muy notable en la irregular pero, al menos en su fase británica, muy interesante filmografía de Lee Thompson. A pesar de las más de dos horas no se hace nada larga y el final en el bar de Alejandría es digno de un clásico del cine.