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Taiwán Taiwán · Made in
Voto de elmer:
6
Comedia. Acción. Thriller Gene Wilder y Gilda Radner aúnan su vena cómica en este thriller romántico al estilo de Hitchcock. Michael Jordon, conoce a Kate Hellman, una mujer que busca a los asesinos de su hermano y juntos caen en un mundo de intriga, suspense y asesinatos. (FILMAFFINITY)
29 de mayo de 2011
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que Sidney Poitier y Gene Wilder se cayeron bien el uno al otro y tras "Locos de remate", interesante comedia en la que el afroamericano actor dirigió al simpático rizitos emparejándolo por segunda vez con el genial Richard Pryor, el comediante y el actor muy ocasionalmente metido a director se embarcan en otra disparatada aventura que sigue la misma línea de su anterior colaboración, así como de otra película protagonizada por el tándem Wilder-Pryor, la entrañable "El expreso de Chicago", entretenidísima comedia de intriga que a su vez bebía del cine Hitchconiano.

Aquí lamentablemente no hay espacio para Richard, pero sí para Gilda Radner, estupenda comediante y esposa de Wilder hasta su prematura muerte, quien con su carisma e ingenio consigue sonsacar más de una sonrisa sobrepasando sin esfuerzo a su compañero, lástima que aún con todo, su personaje no deje de resultar en cierta manera de acompañante al personaje que interpreta su por entonces futuro marido. Algo más de cancha, como demuestra el momento en el pasillo con el niño o la escena de la avioneta, hubiese beneficiado a la película. Por su parte, Wilder se limita a ser Wilder, repitiendo en parte su personaje en la mencionada película de Arthur Hiller o el que encarnaría años después en "No me chilles que no te veo". Si, como a servidor, es un tipo que te cae bien, no encontrarás demasiados peros a su humor.

Ambos se verán involucrados en una ligera trama de intriga y conspiración que el espectador no lograría tomársela muy en serio si no fuera porque es nada más y nada menos que Richard Widmark el encargado de solventarla, empleando para ello la violencia que crea necesaria al intentar quitar a la pareja de en medio. Siempre con esa seriedad que le caracterizaba, trajeado y con un arma, nunca sabes por dónde va salir, así pues, algo de tensión está servida.

Nunca llega al nivel que logró alcanzar en muchos momentos "El expreso de Chicago", pero se esfuerza por mantener el interés del respetable y, aunque no tanto por la dirección de Poitier como por el buen hacer de su reparto, a fe de que lo consigue.
elmer
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