Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Archilupo:
6
Intriga. Thriller. Cine negro. Drama Un marinero encuentra a un hombre moribundo que antes de expirar dice un nombre: Mister Arkadin. Después de una serie de pesquisas, el marinero da con el misterioso personaje: un millonario, dueño de un imperio industrial y financiero, que vive encerrado con su hija en una mansión de la Costa Azul. Una vez localizado, el propio Arkadin, que padece amnesia, pide que se haga una investigación sobre su pasado. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2008
72 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filmada por Welles antes de "Sed de mal" o "El proceso", por su acabado parece sin embargo una de sus precarias películas tardías.

Centra el argumento una interesante intriga generada por el misterioso Mister Arkadin, multimillonario de origen oscuro. Aduciendo un problema de amnesia, encarga a un supuesto agente un informe confidencial sobre su pasado, un trabajo de apariencia sencilla (el 'confidential report' del título alternativo). Arkadin quiere que el informe aclare decisivas lagunas de su propia historia personal.
Las primeras averiguaciones en diversos escenarios internacionales apuntarán a una enigmática trama, con un trasfondo bastante más ramificado y abismal de lo previsto.
Durante el tortuoso desarrollo de la investigación, Welles trata con insistencia algunos de sus temas favoritos: la búsqueda de la identidad, el desciframiento del yo, y también la confusión entre verdad y simulación o engaño.

La película fue producida problemáticamente en España, durante uno de los exilios europeos del cineasta. En el rodaje, las tensiones entre él y su mentor Dolivet a causa del incumplimiento de plazos, la asfixia financiera y la participación de la aristócrata Paola Mori fueron tales que derivaron en demanda judicial. Welles terminó perdiendo el control del montaje, que pasó a manos de los productores, y consideró el resultado definitivo muy lejos de su Arkadin original.
En entrevista con Bárbara Leaming, el 19 de febrero de 1984, declaró que la versión proyectada en los cines "convertía en chapuza el mejor argumento cinematográfico que yo había ideado".
Y lo cierto es que la película parece realizada precipitadamente, montada a tijeretazos y grabada con brusquedad, falta de una supervisión cualificada. Deja demasiado al descubierto algunos de los defectos artísticos de Orson Welles: ampulosidad, desmesura, exageración y egocentrismo. El guión se basa en una novela corta del propio cineasta, publicada en París en 1954. Tal vez esta duplicación (novela y guión-película del mismo autor) ocasione un efecto 'Welles al cuadrado', excesivo. Se aprecia en el chocante abuso del contrapicado, por ejemplo; o en los planos de un Orson Welles semejante a un rey de la baraja francesa mirando fijo a cámara, con teatralidad tremenda. El otro actor protagonista, Robert Arden, no consiguió acoplarse al estilo.

Son curiosas las localizaciones españolas, con una Segovia dominada por las obsesionantes torres del Alcázar. Y con una delirante mascarada goyesca, a cuya entrada, como en todas las fiestas de Arkadin, los participantes han de beber un vodka triple, para irse entonando.

Con todo, en el desigual balance hay destellos del genio Welles que llenan de viveza el conjunto, como en la visita al amaestrador de pulgas o al anticuario-chamarilero; la poderosa escenificación, en general.
Visto hoy, dicho conjunto parece involuntariamente posmoderno o deconstruido, lo que no deja de volverlo interesante.
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow