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Voto de Archilupo:
7
Drama. Romance Diana Scott (Julie Christie) es una joven y atractiva modelo londinense, una mujer ambiciosa dispuesta a todo para ascender en la escala social. (FILMAFFINITY)
6 de abril de 2008
45 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Schlesinger convierte magistralmente los créditos iniciales en un editorial: mientras los nombres pasan superpuestos, vemos cómo un empleado subido a una escalera va cambiando por partes el cartel de una gran valla publicitaria. La imagen de unos niños africanos deformados por la desnutrición y un rótulo pidiendo ayuda para el Tercer Mundo van siendo sustituidos por el gigantesco rostro de Julie Christie, muy ligero, blanco y sonriente, anunciando la publicación, en una revista femenina, de las memorias de la modelo y pseudoactriz Diana Scott, un símbolo social.
En un par de minutos ha quedado indicado radicalmente el sentido de la obra: que las modelos fotográficas pasen a convertirse en modelos sociales para la mujer obedece a criticables intereses de mercadotecnia, y a no menos criticables ambiciones de escalada social.
Julie Christie encarna a la joven Diana Scott, casada con un marido a quien valora en poco. Su vida cambiará al ser entrevistada casualmente por un periodista de la BBC (Dick Bogarde) en un reportaje callejero. Al verse en pantalla, a Diana se le dispara la ambición de llegar lejos y alto; a toda costa, según se irá evidenciando en el relato de la accidentada ascensión.
La cámara aprovecha a fondo la fotogenia de la actriz, que llena la película: está en todas las escenas. Su interpretación fue premiada con un Oscar, como el guión y el vestuario. Son destacables también los intensos trabajos de Dick Bogarde y Laurence Harvey.
Perteneciente a la cosecha inglesa de Schlesinger, más experimental y comprometida que la estadounidense, "Darling" está en la inconformista línea del Free Cinema. Una cámara ágil da continuo dinamismo a las escenas. La fotografía, en trabajado blanco y negro, consigue un aire vanguardista para secuencias como la de la fiesta semiorgiástica en París, la exposición de cuadros, las encuestas callejeras, o la anciana cantando en Picadilly una canción napolitana.
A causa de su elegante calidad, la película parece menos crítica y corrosiva de lo que realmente es.
(Participa también Vilallonga, haciendo de aristócrata, sin despeinarse.)
Archilupo
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