Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Archilupo:
7
Drama. Terror En una isla viven los Borg: Johan, que es pintor, y su mujer Alma. Sus vecinos, los siniestros Von Merken, poseen un círculo de amistades tan escalofriante que Johan comienza a obsesionarse con la idea de que los demonios lo acechan... (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2008
118 de 130 usuarios han encontrado esta crítica útil
1. Elaborando en clave de frío terror detalles de cuentos de Hoffman, Bergman se centra en una de sus obsesiones: las relaciones vampíricas, y no sólo en los vínculos afectivos (como en “Persona”) sino también en el tenebroso dominio de los fantasmas íntimos.

2. A una isla apartada llega una pareja, Alma y Johan, a pasar un tiempo de descanso. Ella, para cuidar su embarazo; él, para concentrarse en la creación pictórica.
La casa tiene techo de brezo, luz de quinqués y una bomba de agua.
Alma expresa serenamente su anhelo: envejecer con Johan, irse volviendo iguales, acabar teniendo los mismos pensamientos. Él parece ajeno al proyecto simbiótico. Enervado y ausente, refiere encuentros con personajes estrafalarios cuando vuelve de dibujar apuntes. En un diario que ella encuentra bajo la cama, tales encuentros están anotados. Representan una contienda desequilibrada.

3. La aparición de una distinguida dama ante la casa marca el cruce de un límite. Los personajes consignados en el diario están en la realidad. El clan de aristócratas lenguaraces se reúne en un castillo al otro lado de la isla. Tienen la facultad de encarnar a insidiosos críticos, mecenas, público y compradores, y exacerbar los temores de Johan como artista. También cobran cuerpo una antigua amante (de apellido bergmaniano: Vogler) y un niño-demonio, probablemente generado durante los aterradores encierros en un armario sufridos por Johan en la infancia.

4. Misterios masónicos en La Flauta Mágica del teatrillo de marionetas. El maestro de ceremonias luce draculino pico de viuda. Mueve los hilos y sonríe desde alto. Los invitados siguen con mirada brillante un pasaje protagonizado por Tamino, entregados como catecúmenos. En el Bosque, fuera del Templo de la Sabiduría, la juventud llama desde lo más profundo de su desesperación:
—¿Cuándo acabarás, oh noche eterna? ¿Cuándo la luz tocará mis ojos?
—Pronto, joven. O nunca.

Johan nota el cerco de la animadversión. La corbata y el cuello de la camisa le molestan ostensiblemente: “Me denomino artista a falta de un nombre mejor”.

5. Alma intenta transferir a Johan, quien se muestra pasivo y aturdido, capacidad de respuesta; trata de impedir que seres con siglos de edad pudieran humillarle. Los rostros de ambos, extraordinariamente iluminados y fotografiados.

6. Noche que no es del todo noche. El pálido sol escandinavo rebota en el horizonte. Pero en lo hondo del bosque la oscuridad es total. Hora del lobo: cuando llegan los que nacen y parten los que mueren.

Silencio y sonidos: viento y oleaje; gaviotas; cuervos y otros pájaros del bosque…

Y, definitivamente, el ruido de un ojo postizo al caer en copa de cristal.

(7,5)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow