Continuación de la memorable "Valor de ley", con dos de las estrellas más populares de la industria cinematográfica, mostrando admiración mútua entre sí, y un enorme sentido del humor.
El carisma de John Wayne y Katharine Hepburn es formidable, y la química entre ambos es absoluta, siendo el primero tosco y rudo, y la segunda dulce pero firme ante sus convicciones, asegurando al espectador mucho entretenimiento.
Salpicado con mayor acción que la anterior entrega, sin embargo no tuvo la repercusión de esta, quedandose en un western menor pero altamente eficaz.
A destacar la presencia de John Mc Intire y Strother Martin, dos secundarios de lujo curtidos en este tipo de producciones.
Muy recomendada para todo tipo de público.