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Voto de Mortimer_Bruster:
4
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Comedia
En una cena entre cuatro parejas, que se conocen de toda la vida, se propone un juego que pondrá sobre la mesa sus peores secretos: leer en voz alta los mensajes, y atender públicamente las llamadas, que reciban en sus móviles durante la cena. Remake del exitoso film italiano "Perfetti sconosciuti" (2016), de Paolo Genovese.
25 de diciembre de 2017
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alex de la Iglesia tiene ganado por mi parte un respeto, creo, inquebrantable. Y lo tiene fundamentalmente por dos cosas: una se llama "El día de la bestia" y la otra "La comunidad". En la primera, Alex mostró una irreverencia verdadera y personal (no esa falsa que enseñan los falsos irreverentes igual que un flamenco muestra sus plumas en la época del cortejo), y una imaginación admirable. En la segunda, bajo mi criterio su obra maestra de largo, consiguió unir a esas cualidades, un dominio del encuadre e ingenio visual a la altura de muy pocos realizadores contemporáneos a nivel internacional. Pero sobre todo, en "La comunidad" el guión era casi redondo, poseedor de una lógica interna dentro de la ficción y el mundo creado en la película. Cosa que no sucede en el resto de su filmografía posterior, y que lastra todas y cada una de sus películas desde el año 2000, casi todas potenciales obras maestras que se quedan en poco más que entretenidas historias con algunos momentos geniales y otros soporíferos.
Y "Perfectos desconocidos" no es una excepción. Y eso que en este caso, la historia parte de un guión realizado hace un año en Italia. Pero ni aún así. En la atmósfera de un logrado Esperpento inicial (el humor negro es la mejor arma de Alex) de repente introduce el rollo de la luna sangrante, más propio de una obra metafísica o existencial. Pero lo peor es que lo introduce para justificar (de forma muy poco convincente) un absurdo epílogo, con el que toda la irreverencia, la mala leche y aire esperpéntico inicial -que por momentos recuerda al mejor Valle Inclán-, se quede en casi nada. Lo suaviza. Es algo así como aquel que primero es políticamente incorrecto y después pide perdón... Alex de Iglesia antes llegaba hasta el final...
Dicho esto, no puedo evitar una mención especial al trabajo de Ernesto Alterio, especialmente a su mirada maliciosa y a su voz quebrada. Sólo con eso genera un personaje cínico, inquietante, cargado de altibajos emocionales, amigo y enemigo al mismo tiempo de todo el retablo social de personas que le acompañan en la cena (que no son muy distintas de él)... Un personaje a la medida de las necesidades de la historia y la tesis que la película pretende mostrar, y que se percibe de manera genial al principio, pero se deshace como un azucarillo en la media hora final. En el último tercio, De la Iglesia parece pedir perdón por "atacar" al espectador y ser políticamente incorrecto.
Y "Perfectos desconocidos" no es una excepción. Y eso que en este caso, la historia parte de un guión realizado hace un año en Italia. Pero ni aún así. En la atmósfera de un logrado Esperpento inicial (el humor negro es la mejor arma de Alex) de repente introduce el rollo de la luna sangrante, más propio de una obra metafísica o existencial. Pero lo peor es que lo introduce para justificar (de forma muy poco convincente) un absurdo epílogo, con el que toda la irreverencia, la mala leche y aire esperpéntico inicial -que por momentos recuerda al mejor Valle Inclán-, se quede en casi nada. Lo suaviza. Es algo así como aquel que primero es políticamente incorrecto y después pide perdón... Alex de Iglesia antes llegaba hasta el final...
Dicho esto, no puedo evitar una mención especial al trabajo de Ernesto Alterio, especialmente a su mirada maliciosa y a su voz quebrada. Sólo con eso genera un personaje cínico, inquietante, cargado de altibajos emocionales, amigo y enemigo al mismo tiempo de todo el retablo social de personas que le acompañan en la cena (que no son muy distintas de él)... Un personaje a la medida de las necesidades de la historia y la tesis que la película pretende mostrar, y que se percibe de manera genial al principio, pero se deshace como un azucarillo en la media hora final. En el último tercio, De la Iglesia parece pedir perdón por "atacar" al espectador y ser políticamente incorrecto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Más allá de lo anterior, incidir en los problemas de guión de Alex de la Iglesia, para mí, la causa de que todo su talento visual (como ya he dicho, muy destacable) se pierda en gran medida. Por ejemplo, no volvemos a saber de la hija de la pareja anfitriona. Un personaje que aparece y desaparece, sin más, episódico. No sabemos si se acostó o no con su novio, nada. "Gasta" un personaje sólo para esa llamada posterior. Pero los personajes son mucho más que eso, los secundarios pueden ser oro, eso lo sabían muy bien Frank Capra, Billy Wilder o Luis García Berlanga.
Otro ejemplo. El aviso para realizar ejercicios de adelgazamiento del personaje de Pepón Nieto... ¿Qué mejor manera de poner en apuros a Ernesto Alterio que haciéndole sonar ese aviso cuando han cambiado los móviles? Tener que buscar estrategias para justificar primero que él también tiene ese aviso. Y no tener más remedio que realizar los ejercicios sin saber hacerlos, después.
Tengo la impresión de que muchos elementos (personajes, situaciones) son anecdóticos. Todo se queda a medias por no confiar plenamente en un guionista que conozca bien su oficio, y así dedicarse a dirigir y diseñar el encuadre sobre un guión sólido, que es donde Alex marcaría la diferencia...
Otro ejemplo. El aviso para realizar ejercicios de adelgazamiento del personaje de Pepón Nieto... ¿Qué mejor manera de poner en apuros a Ernesto Alterio que haciéndole sonar ese aviso cuando han cambiado los móviles? Tener que buscar estrategias para justificar primero que él también tiene ese aviso. Y no tener más remedio que realizar los ejercicios sin saber hacerlos, después.
Tengo la impresión de que muchos elementos (personajes, situaciones) son anecdóticos. Todo se queda a medias por no confiar plenamente en un guionista que conozca bien su oficio, y así dedicarse a dirigir y diseñar el encuadre sobre un guión sólido, que es donde Alex marcaría la diferencia...