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España España · Malaga
Voto de Yeyo:
8
Comedia. Drama Enamorado de una oficinista que trabaja en MGM Studios, un torpe hombre intenta convertirse en camarógrafo para estar cerca de su objeto de deseo. (FILMAFFINITY)
14 de septiembre de 2011
40 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así de claro. Uno debería llegar a la farmacia y decir al farmacéutico: "Póngame una caja de Buster Keaton, 600 mg". No señores, no estoy loco ni bebido ni nada parecido. En esta asquerosa sociedad los problemas y las depresiones se curan a golpe de química. Millones de personas abusan de los antidepresivos para intentar superar algún mal trago o una situación triste. Por favor, déjense de tomar esas porquerias, yo les recomiendo algo mucho más sencillo y eficaz: una película de Buster Keaton. Con una buena dosis de cine de Keaton usted pasará un rato ameno y divertido, y si tiene algún tipo de depresión le aseguramos que ni siquiera se acordará de ella cuando finalice el film. AVISO: la ingesta masiva de películas de Keaton puede provocar efectos secundarios como dolor de diafragma o incontinencia urinaria.

Ahora en serio, la película es un no parar de situaciones divertidas. Escenas sublimes como la de las escaleras, la del vestuario, la de la piscina y sobre todo la extraordinaria secuencia en el barrio chino. El esquema del film es el típico de las películas de Keaton: un pobre hombre de gran corazón pero extremadamente torpe y con mala fortuna que se enamora de una chica a la cual deberá conquistar no sin antes rivalizar con el fanfarrón de turno. Entre tanto, golpes, caídas, porrazos, encontronazos con la ley... Si, es lo mismo de siempre, pero es que a Keaton le sale tan jodidamente bien que no necesita mucho más para hacer de un simple gag una obra de arte.

Hacen falta más Busters Keaton en este mundo, hombres sencillos, simples perdedores que gracias a sus payasadas pueden hacer felices a millones de personas tras casi 100 años. En el fondo Keaton era un auténtico privilegiado, porque amigos, pocos oficios me parecen más bonitos que el de hacer reir a la gente.

En fín, señoras y caballeros, déjense de prozac y otras guarrerías y prueben el "método Keaton", quedarán totalmente satisfechos (para más información consulte a su cinecéutico).
Yeyo
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