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España España · Barcelona
Voto de Quim Casals:
7
Drama Galicia, años 40. Al mismo tiempo que sortea los rigores de la posguerra, Elena (Verdú) y su hijo Lorenzo (Roger Princep) mantienen las apariencias para ocultar los secretos de la familia: Elenita (Irene Escolar), la hija adolescente, se ha fugado embarazada con su novio Lalo (Martín Rivas), un joven fichado por la policía; y su marido (Javier Cámara) vive oculto en un hueco practicado en el dormitorio matrimonial. Por si fuera poco, la ... [+]
23 de enero de 2012
16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos tipos de países, los que son normales y los que no lo son.

Un país que despide y califica como Héroe de la Democracia a un político que durante media vida ocupó altos cargos en un régimen dictatorial, y durante la otra media nunca se disculpó por ello y se negó a condenar dicho régimen, no es un país normal.

Un país que jamás ha sentado en el banquillo de los acusados a ningún responsable directo de un régimen que durante cuarenta años violó los derechos humanos y las libertades básicas, y sí pretenda sentar en él a quién se propone honrar la memoria de sus víctimas, no es un país normal.

Un país que permite que los restos de un dictador descansen junto a los de muchos de sus represaliados en un mausoleo faraónico edificado a su mayor gloria, no es un país normal.

Un país que utiliza fondos públicos para tolerar que por escrito se niegue el totalitarismo de un régimen atribuyéndole sólo el epíteto de autoritarismo, no es un país normal.

Un país dónde un texto estatutario consensuado por personas muy diferentes entre sí e ideas muy opuestas, pero que todas ellas tienen en común un profundo compromiso democrático, se considere no válido si no encaja con otro texto consensuado tres décadas atrás entre personas que creían en la Democracia y personas que ya habían demostrado sobradamente con sus actos no creer en ella, no es un país normal.

Un país que tiene una Democracia que ya ha cumplido más de treinta años y sigue siendo menor de edad, no es un país normal.

En un país normal, películas como "Los girasoles ciegos" resultarían absurdas, superfluas, grotescas, carentes de sentido.

En un país que no es normal, películas como "Los girasoles ciegos" siguen siendo el cine necesario.
Quim Casals
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