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España España · Barcelona
Voto de Quim Casals:
10
Drama “La Gaviota” es un caserón situado en las afueras de una ciudad del norte de España. En ella viven Agustín, médico y zahorí, su mujer, maestra represaliada por el franquismo, y su hija Estrella. La niña, desde su infancia, sospecha que su padre oculta un secreto. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2016
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como se sabe, a "El Sur" le falta el sur. Después de rodar la parte del proyecto que transcurre en el norte, el productor Querejeta cerró el grifo pecuniario y Erice se vio obligado a montar el resultado definitivo de la película sin disponer de ese fragmento. Esto, sin embargo, lo sabemos hoy porque el propio Erice lo ha contado muchas veces. No obstante, la pregunta pertinente sería: ¿y, si no supiéramos que la película está incompleta, lo habríamos deducido?

Yo puedo responder a ello por experiencia directa, ya que la primera vez que vi "El Sur", hace muchos años, en una época donde era muy difícil disponer de la información que hoy se alcanza con un clic, no lo deduje. Es más, no tan solo no lo deduje, sino que me pareció que uno de los más grandes aciertos de la película era, justamente, que terminara en el momento que termina, cuando Estrella se dispone a iniciar su viaje al sur.

Porque lo que ella descubriera en el sur sobre el pasado de su padre y su relación con la actriz Irene Ríos se me antojaba puro Mac Guffin (sí manejaba ese término por la coetánea lectura del mítico libro-entrevista de Truffaut a Hitchcock, que marcó un punto de inflexión en mi educación cinéfila). Lo único importante, lo esencial, era sencillamente que ella tomaba la decisión de realizar ese viaje, un viaje que sería también hacia el autodescubrimiento y el paso definitivo a la madurez.

Por ello fue una extraordinaria sorpresa descubrir años después las interioridades del rodaje. Desde luego que el guión previsto, tal como lo desmenuza Erice en sus entrevistas, es ciertamente interesante porqué termina cerrando un círculo narrativo. Aún así, sigo sin echar de menos que la película tuviera la forma pensada por su autor. Es evidente que ya todo pueden ser cábalas y hasta parecería impertinente dudar de su talento, pero ciertamente la sigo prefiriendo así.

Por un lado, por lo que he comentado antes que para mí tiene de Mac Guffin el pasado del padre –es Estrella la protagonista–. Por otro, precisamente por algo que cuenta Hitchcock en el citado libro acerca de la razón por la que en "Crimen perfecto", el juicio a Grace Kelly es representado de manera irreal con un fondo de colores que gira tras la actriz: «Así resultaba más familiar, y además se mantenía la unidad de emoción. Si hubiera hecho construir una sala de tribunal, el público se hubiese puesto a toser y habría pensado: ahora empieza otro segundo film.». En efecto, me parece que la 'unidad de emoción' habría salido perjudicada, y más teniendo en cuenta el perfil cinematográfico de Erice, que no se basa en una narrativa que avance inexorablemente sobre raíles, como el cine de Hitch, sino en la construcción muy pausada de una atmósfera que poco a poco nos va envolviendo. Su desaparición repentina, seguida del proceso de creación de otra –recordemos, en Erice eso surge en tempo de adagio–, más que una simple contraposición lumínica, se me antoja una fractura excesivamente exigente para que el espectador la salte sin caerse.

Todo ello que no quita, por supuesto, que entienda perfectísimamente el profundo dolor de Erice cada vez que se ve obligado a rememorar su película, y que respete por completo la postura de los espectadores que sí añoran lo que nunca ocurrió.

Pero, sin duda alguna, lo más interesante de esta experiencia es la reflexión que origina acerca de los conceptos de autoría y creación. Cómo la pieza artística se desprende de su autor, se independiza de las intenciones que éste tuviera y entabla un diálogo con el espectador, a partir del cual se abre a nuevos y siempre renovados significados. De ahí que "El Sur", de la que no le he dicho antes, pero digo ahora que ya en su primer visionado me pareció una grandísima obra maestra y una de las mejores películas españolas de la historia, revele paradigmáticamente también con sus circunstancias su condición de obra de arte.


(Segunda parte en "Vampyr")
Quim Casals
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