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Voto de antonio1004:
7
Fantástico. Comedia Un matrimonio de fantasmas (Geena Davis y Alec Baldwin) contrata los servicios de Bitelchus (Michael Keaton), un especialista en asustar mortales, para que ahuyente a los nuevos propietarios de su querida casa Victoriana. (FILMAFFINITY)
2 de junio de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás los primeros cortos de Tim Burton eran demasiados oscuros para Disney (y por qué no decirlo, también demasiado geniales), por lo que no fueron ellos, sino Warner Bros, quienes permitieron al de California dar el salto al largometraje. Y lo hicieron dando primero rienda suelta a las aventuras del infantil mundo de Pee-Wee (el eterno niño encarnado por Paul Reubens), para a continuación permitirle crear el otro mundo, el del más allá y pesadillesco de Bitelchús, más cercano –al menos en espacio- a las inquietudes y el universo de un Tim Burton que nos abría las puertas de su cuarto oscuro.

No deja de ser curioso (y todo un acierto) que el personaje que da título a la película no sea más que un secundario de la misma. Bitelchús es el joker de la función, el as en la manga de Burton para dar forma a nuestras peores pesadillas. Un ser con un sano humor escatológico que, dosificado en pequeñas gotas y rodeado de un acertado suspense, termina por robar todo el protagonismo a la feliz pareja formada por Geena Davis y Alec Baldwin. Bueno, feliz hasta que pasan a mejor vida y tienen que lidiar con los nuevos habitantes de su casa, a los que tratarán de echar haciendo lo que les toca como fantasmas: asustándoles.

Ante una premisa tan particular se agradece no encontrarnos un drama sobre el paso de la vida a la muerte, como tampoco se pretende ahondar en la tragedia ni aparecen sentimentalismos de ningún tipo, tan habituales últimamente. Al contrario, los protagonistas afrontan su fallecimiento con una entereza digna de elogio, intentan adaptarse a su nueva situación aunque hayan perdido todo lo que tenían, resistiéndose a abandonar lo único que les queda, su casa. Este conflicto da lugar a generosas situaciones en las que el terror y la comedia son uno. Las peculiaridades de los nuevos inquilinos y el encanto de que la hija de estos pueda verles (¿Es Wynona Ryder la primera niña gótica y simbólica fan del cine de Burton?) hacen el resto, junto a un diseño de producción de lo más tétrico mediante el que (continuando el estilo del mejor Sam Raimi, que acababa de estrenar Terroríficamente Muertos) Burton construye diversas secuencias terroríficas en las que lucen y se disfrutan los cuidadísimos y artesanales efectos especiales (que recuerdan a los de La Cosa de John Carpenter), como las maquetas construidas para la ocasión, que le dan un encanto y personalidad arrebatadora a esta anti-fábula sobre la (im)posible convivencia entre los vivos y los muertos.

Pero recuerda, no digas su nombre tres veces o aparecerá para dar forma a la peor de tus pesadillas. Aunque estar muerto tampoco parece precisamente un sueño, por lo que si te aburres, ya sabes….
antonio1004
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