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Voto de cineclasico73:
8
Romance. Drama Marty es un carnicero solterón que todavía vive con su madre. Suele salir con frecuencia con sus amigos por la noche, intentando encontrar a alguna chica con la que compartir su vida y hacer planes para el futuro. (FILMAFFINITY)
12 de octubre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se es testigo de que hasta las historias más simples, de esas que todos podemos ser protagonistas, son también maravillosas, sobre todo al observar la delicada y formidable interpretacíón de un magistral Ernest Borgnine, nos regocijamos con el buen cine, y de paso con la vida. No niego, que al final, me hicieron falta unos cinco minutos de más, para observar el desarrolo que tendría la relación entre Marty (Borgnine), hombre sencillo, ponderado, de sentimientos nobles y de vida solitaria con la tierna maestra Clara (Blair), cuyo pecado a cuestas es simplemente no cuadrar con los cánones de belleza externa impuestos por una sociedad que lastimosamente se empecina siempre en anteponer sin importar época o cultura. Porque Marty y Clara, evidentemente son bellos, tal vez no en su aspecto físico, sino en todos lo demás que al fin de cuenta es lo que importa. Y en ello Mann, supo encumbrar lo que se puede tildar de simple, pero no corriente, y moldearlo de tal forma de que en uno o varios sentidos lleguemos a estar identificados o representados. En ello está su maestría, y más si se descubre a un actor que hasta ése momento se veía siempre en roles de trúan y pícaro, dando tal vez su mejor registro, tanto que le valió merecidamente el premio Oscar por su interpretación. Tal vez, muchos objeten la importancia que se dá al tema de conseguir pareja para matrimonio, sobre todo en un hombre jóven en sus tempranos treintas. Pero hay que entender la época del film, donde la presiones sociales eran diferentes a las actuales. Yo, por lo menos, lo traslado a lo que es hoy en día la soledad, mucho más común y más trascendental, sobre todo por el ritmo frenético en que nos movemos y que nos impide la comunicación franca y directa, tan escasa, con el otro. Menos de un fin de semana es el marco en que se mueve el argumento. Suficiente para mostrar todas las virtudes que puede guardar el hombre del común con ilusiones y sueños al exponese en pos de encontrar su complemento afectivo. Mensión aparte, el duro retrato que la película hace de la vejez como injusta carga a una vida dedicada a la familia, cosa en la que desafortunadamente, no se ha cambiado mucho a pesar de los años. Dulce película que deja una muy agradable sensación plácida de un bonito recuerdo. Recomendable.
cineclasico73
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