Haz click aquí para copiar la URL
Voto de cineclasico73:
7
Cine negro Una bella mujer se debate entre el amor de dos hombres: uno, sin blanca, y el otro, el corrupto dueño de un night club. (FILMAFFINITY)
12 de marzo de 2014
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay registros en actores y actrices que son el sello de una carrera. En el caso de George Raft es imposible concebirlo diferente al gánster de los años treinta y principios de los cuarenta, en un cúmulo de cintas que lo hicieron famoso, personajes ligados siempre al lado oscuro de lo moral y ético, y de los cuales, el gran actor nunca logró desligarse. Además, de que era un maestro en su interpretación. Acá, da vida a la de un hombre en síntesis perdedor, jugador y hasta mujeriego, donde dos de las bellezas del cartel, caen literalmente rendidas a sus pies, sin importar que prácticamente, no manifiesto en el guión de la película, se notaba que podría ser perfectamente su padre. Por eso, cuando aparece la figura portentosa y magnética de una preciosa Ava Gardner, ligada en una historia romántica con el protagonista en mención, simplemente no es creíble. No por culpa de Raft, que hace su mejor esfuerzo para no desentonar ante la diosa. Es porque tener que mostrar el lado de macho alfa junto a Gardner, se tenía que poseer ciertas características que sólo pocos disponían para no aparecer opacados por ella, como Gable, Peck, Mitchum, por nombrar unos pocos. Moguy, como director de orquesta y Raft, no lo logran, y su historia de amor queda desafortunadamente relegada ante la diferencia de clase con la joven Ava. Entonces, salta, como parámetro principal, su rivalidad con el tercero en discordia, Tom Conway, de pasajes irregulares y no muy bien definidos, y la amistad, ésta si más laborada y concreta, con un magnífico Victor McLaglen, quien, se roba el show en grandes pasajes del film. Hay momentos memorables, eso sí, donde la tensión dramática es loable y nos catapulta a rememorar el mejor cine negro. Hay otros, que pasan por forzados o poco naturales, por así decirlo, como aquellos donde se trata de hallar química en una pareja que no la tiene. Ava, está magnífica, deslumbra por su belleza y es creíble como mujer que vuelve a su sitio de origen para encontrar de nuevo al dueño de su corazón, Raft, en los momentos en que no aparece junto a ella, luce con su mirada famosa y característica, sobrelleva un rol que da ciertos vaivenes emocionales por cuenta de su situación misma de desesperanza. Pero con Ava, no hay remedio. Ella es el centro de admiración, y por ella la película no queda en el olvido.
cineclasico73
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow