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Voto de Noodles:
10
Animación. Fantástico. Drama Basada en un cuento popular japonés anónimo del siglo IX, "El cortador de bambú". La historia comienza cuando una pareja de ancianos campesinos encuentra a una niña diminuta dentro de una planta de bambú, y deciden adoptarla como si fuera su hija. Pasan los años, y rápidamente se convierte en una hermosa mujer pretendida por muchos hombres poderosos. (FILMAFFINITY)
6 de diciembre de 2014
72 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su última obra, Sergio Leone creó todo un homenaje tanto a su propio cine como a aquel que más le había influencia. De igual manera Isao Takahata ha creado con El cuento de la princesa Kaguya un hermoso canto a su obra y en general al estilo narrativo japonés más clásico. Con una estructura de cuento popular – todo acompañado por teatrales diálogos – y un arte que no sólo supone la cima de la animación sino que se funde a la perfección con la historia, nos regala un relato que recoge las temáticas más reincidentes de su obra: El paso del tiempo, el contraste entre la naturaleza y la ciudad, la nostalgia... Se trata de una obra personal y de ritmo lento – que no por ello deja de ser perfecto –, con una dirección fría que prefiere los planos a ras de suelo para ensalzar lo cotidiano en vez buscar dar un tono trascendente innecesario a las escenas.

Con unos personajes increíblemente dibujados – en todos los sentidos – y una banda sonora absolutamente perfecta, Takahata ha creado una de las películas más melancólicas que ha dado el cine. Todo, incluso los momentos alegres que os arrancarán una sonrisa, esta pintado con precisos trazos de melancolía. Miradas al vacío, lágrimas silenciosas... Y esas canciones capaces de encogerle a uno el corazón. Sin duda la película es un increíble viaje emocional que sin embargo en ningún momento busca las lágrimas del espectador.

Y he de insistir: Esta película supone sin lugar a dudas la cima del cine de animación en cuanto a aspectos técnicos, y dudo mucho que en un buen puñado de años lleguemos a ver nada que siquiera se le acerque. Cada trazo es perfecto, el uso de la luz y las sombras es incomparable. La forma en la que la iluminación e incluso el trazado cambian de acuerdo con las exigencias del guión – principalmente para enfatizar las emociones de los personajes – es sencillamente brillante y añade una fuerza visual al conjunto sobrecogedora. Porque si algo tiene El cuento de la princesa Kaguya eso es una fuerza visual pocas veces vista en el séptimo arte.

Mi conclusión es más que evidente: No considero que sea una persona que usa el término “obra maestra" a la ligera y de hecho no son muchas las películas a las que he concedido el 10 en esta misma página. Sin embargo a Kaguya no puedo darle otro calificativo. Sencillamente no es suficiente. No es muy buena, no es genial, no es fantástica y no es maravillosa. Es una sublime obra maestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Noodles
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