Es una película fresca y encantadora, tanto que los que disfruten las comedias románticas seguro que le perdonarán esa falta de originalidad de la que parece ser que peca. La verdad es que no entiendo esa aversión que se le tiene al final "típico". Que el final sorprenda es cosa de otros géneros, en la comedia la gracia está en el proceso que lleva hasta él. Y para mí en este caso el proceso es genial. Una gran parte de que lo sea es gracias a los actores. Monsieur Depardieu está en su salsa haciendo de padre torpón. En cuanto a Heigl, chapó. Posiblemente interpreta a la adolescente más loca que he visto en una película, y aun así nunca deja de ser un encanto. No, ni por el colmo de la originalidad querría que las vacaciones de la chica terminaran de otra forma.