El porte, la elegancia, la altivez, la superioridad, la pasión, la entrega...todos estos atributos que se me vienen a la mente cuando pienso en Bette Davis, los he encontrado también en esta película "Engaño", curiosamente respetando el original en inglés "Deception" (Irving Rapper 1946).
La interpretación de Betty de Christine,una mujer que trata de ocultar a su marido la relación que tuvo con el compositor Alexander Hollenuis durante los años en los que la Guerra la separó del que después sería su marido el violonchelista Karel Novak, va "in crescendo" desde el principio de la película hasta el final, principio y fin tienen similitudes, ella llega tarde al concierto donde se reencuentra con su amor Karel, y en el final de la película también ella llega tarde al concierto del que ya es su marido aunque esta vez por motivos distintos.
En "Engaño" he encontrado otra interpretación a la altura de la de Bette Davis, y es la del actor Claude Rains, con quien ya coincidió en películas como "La extraña pasajera" (1942) (también con el actor Paul Henreid) y "El señor Skeffintong" (1944). Claude Rains borda el personaje del compositor Alexander Hollenuis, un genio con complejo de superioridad, autoritario, dominante, extravagante, petulante y que en términos musicales podría ser considerado también como... estridente.
Buen papel también de Paul Henreid, de marido celoso y contenido, esposo fiel y amante de la música que tampoco duda en "entrecerrar los ojos" ante la oportunidad de éxito que le brinda Hollenuis.
Interesante triángulo amoroso, tres personajes enredados entre sí cuyos vértices serían el amor, los celos y el despecho.