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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
6
Thriller Encerrada en un oscuro sótano, Laura, una psiquiatra, contempla aterrorizada un vídeo en el que un hombre confiesa ante la cámara ser un asesino en serie. Es Ramón, un tipo aparentemente normal e inofensivo. Amordazada y atada en una silla, Laura reconoce en él al que fue su marido durante dos años. Ramón le propone jugar a las palabras encadenadas. Si él gana, le dejará marcharse; si pierde, le sacará un ojo. Presa del pánico, Laura ... [+]
17 de diciembre de 2006
37 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Palabras encadenadas es, ante todo, un gran ejercicio de entretenimiento que engancha desde un primer momento y no da ni un solo segundo de respiro al espectador hasta su final.
¿Que es previsible? Sí, para que engañarnos, pues sus bazas narrativas no las juega con la suficiente inteligencia como para desconcertar al espectador en ningún momento, aunque tampoco hay que negarle un guión cuidado al detalle y con virtudes que ensalzan este film a cuotas lo suficientemente altas como para obtener el beneplácito del público.

Además, nada desdeñable es el duelo interpretativo entre sus dos protagonistas, un Dario Grandinetti sobresaliente, que en ningún instante llega a sobreactuar, cosa que hubiese sido bastante fácil dadas las características de su personaje, y una Goya Toledo en muy buen estado de forma, otorgando a su papel las cualidades que más le convienen y haciendo que este no sea un mero trámite a manos del que quizá toma más protagonismo a lo largo del transcurso de la cinta.

Tampoco hay que olvidar otra de sus mejores cartas, como son los diálogos, muy bien estructurados a lo largo de todo el relato, y verdaderamente sugestivos en determinados puntos. Eso sí, también son estos mismos los que echan a perder la trama durante algunos instantes, haciendo que se torne previsible y que, incluso algunos de ellos puedan llegar a revelar como va a terminar todo.
En último lugar, cabe destacar el trabajo de Laura Mañá, que desarrolla toda la historia en unos espacios muy reducidos y concretos, sin necesidad de aburrir al respetable, pues tal y como está todo el proceso narrativo dispuesto, otorgan bastante amenidad a la propuesta de la realizadora catalana.
Si a todo esto, le sumamos un final inmejorable, ¿que más se puede pedir? De realizadores y guionistas como estos tendrían que aprender los de Saw, y dejarse de tantos giros rancios que no hacen más que marear al espectador. Notable.
Grandine
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