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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
7
Comedia A Brodie y T.S. los acaban de dejar sus respectivas novias. Para evadirse deciden visitar un centro comercial. Una vez allí, y con la ayuda de varios amigos, intentan reconquistarlas y de paso sabotear el concurso que prepara allí el padre de una de las chicas. (FILMAFFINITY)
10 de noviembre de 2006
34 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ver la ácida, inteligente y fabulosa Clerks, posiblemente muchos esperarían una explosión de talento similar, viniendo de Smith, sin embargo, el realizador que saltara a la fama en los 90 gracias a su particular cinta independiente, buscó aquí un humor más irreverente y chabacano, donde sin llegar a la grandeza de los diálogos de su primer trabajo, ni a algunos de los grandes momentos que giraban entorno a aquel film, se amparó más en guiños freaks que envuelven a los habituales desgranadores de cómics, las situaciones más destartalantes y poco comedidas y unos personajes, que si bien no tienen unos rasgos definitorios tan bien marcados, ostentan las suficientes cualidades como para hacer de sus peripecies y escasas reflexiones un grato vehículo para distraer la atención del espectador durante los 90 minutos que dura el metraje.

Si en Clerks todo giraba entorno a los problemas y dilemas de Dante y Randal aquí, y en una medida mucho menor, nos hallamos ante las dudas y aflicciones de T.S. y Brodie, vertidas sobre la pantalla con mucha menos inteligencia, pero con un ingenio más gamberro, aunque menos trabajado, si cabe.
Ambos, están sustentados en un trabajo actoral que, si bien no llega a la altura de lo logrado por O'Halloran y Jeff Anderson, tiene excelentes virtudes, en especial, las del principal pilar sobre el que se sustentan algunos de los mejores gags de la cinta: Jason Lee, un actor novel que aquí despuntaba con una actuación donde el carácter aplicado a su papel y la gran versatilidad, hacían del protagonista una arma de doble filo para las, en este caso, limitadas pretensiones del film de Smith.
Punto a parte, nos encontramos con unos voluntariosos y poco más actores que cumplian sin demasiado esfuerzo con lo requerido, Jeremy London en una caracterización más bien típica y sin demasiado jugo, Affleck haciendo aquí de matón sin demasiadas luces, y un elenco de muchachas sobre las que destacaría especialmente a Shannen Doherty, otro de los pequeños motores de la propuesta, eso sin olvidar a Jason Mewes y Kevin Smith (aka Jay&Bob), evidentemente.

Posiblemente posea bastantes defectos más que su antecesora, pues las intenciones se estiman más claras desde un primer minuto, y la dosis de meditación queda reducida a unas cuantas lineas de guión sin más, de todos modos, con Mallrats pasa uno un rato agradable, que siempre es de recibo, visto lo visto.
Puede que algunos sketches estén montados con suma prisa, que la mayoría de diálogos ni siquiera se acerquen a la que siempre será su sombra e, incluso, que el final sea blando y harto precipitado, aun y obteniendo una resolución convincente y divertidísima, pero lo que no se le puede negar a Mallrats, es ese enorme sabor que deja tras unos minutos de haber visto el film, de frescura y entrañabilidad, cosa que sólo Smith sabe conseguir de ese modo, y cosa que, evidentemente, se agradece como nunca.
Grandine
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