Como en el mundo pugilístico, el cine también contiene derechazos que, en mayor o menor medida saben como golpear y hacía donde deben dirigirse.

Tratando el tema de la pederastia, han existido derechazos de todo tipo, desde el mordaz y ácido mundo de Solondz en "Happiness", hasta el sórdido golpe que supuso la soberbia "Celebración" de Vinterberg en el mentón del sorprendido espectador, ya gusten más o menos.
En cambio, en "Accused" nos encontramos con algo verdaderamente distinto, pues Jacob Thuesen no ofrece un punto de vista propiamente, sino que se dedica a exponer. Y ahí reside una de sus grandes bazas, que sabe exponer con sobriedad narrativa y gran aplomo todos los sentimientos como el remordimiento, la culpa o el pesar, que podrían llegar a recorrer la mente de cualquier persona aquejada de este grave trastorno, mostrando con todo ello una evolución inquietante y que supone un duro y turbador golpe en la mente del espectador.

También sorprende la perspicacia de sus imágenes, que dota al conjunto de una fuerza estremecedora, amen de la interpretación de su protagonista, cuyo papel se ensalza por encima de los demás dejándonos observar su trágico descenso a las profundidades de un mundo estremecedor.
Ya se sabe, cuando los nórdicos se ponen, hacen cine de verdad, y sin toda esa gafapastada del dogma, oye...