No se puede decir que esta película es una rareza, que es para fans de la Ricci, o que es una curiosidad, nada de ello. Y quien lo diga, miente como un cosaco, puesto que lo único extraño que hallamos en "Lo opuesto al sexo", es que se desentiende totalmente de una narración formal, algo que no debería ser malo, claro, a no ser que por ello el desarrollo de personajes resultase nimio o la historia a contar, no sea una historia propiamente, sino una sucesión de hechos y acontecimientos que realmente no llega a ningún lado.
Porque.. ¿a donde pretende llegar Don Roos? Me parece a mi que la respuesta resulta un tanto descabellada si se le quiere buscar sentido, puesto que aquí se podrían haber tratado muchos temas, sin lugar a dudas, pero en el fondo lo único que presenciamos son las idas y venidas de unos personajes sobre los que, además de no profundizar, ni siquiera se presta demasiada atención en el momento de desarrollarlos como tales.

El punto de partida podría parecer atractivo, lo malo es que su desarrollo esta sujeto a la nada, y Roos no realiza absolutamente ningún movimiento para darle algo de aire: Ni ironía, ni sarcasmo, ni humor negro, ni ninguno de los complementos que a una historia así le habrían venido de fábula, sin lugar a dudas.

Eso sí, lo único curioso sea probablemente observar el maduramiento de Ricci como actriz tras ser la gótica niñita de los Addams, Wednesday, o la acompañante de Casper en la exclusiva aventura cinematográfica del pequeño fantasma por excelencia.
Se agradece la presencia del entrañable gigantón Martin Donovan, y que Lisa Kudrow no haga de hiperpija como siempre, y reduzca el nivel de su pijerío en un elevado tanto por ciento, cosa que hace más soportable esta tan entretenida como insustancial oda a una Ricci en pleno crecimiento. Años después, unos han seguido el artístico y otros el... ehem...