Cuando uno piensa en una muerte prematura en el cine piensa irremediablemente en James Dean. Ya sea porque realmente fue un grandísimo actor, ya sea porque fue un "enfant terrible", ya sea por el merchandising que rodea su memoria, etc. el caso es que todo el mundo piensa en él.

Pocos piensan, o pensamos, en este excepcional actor llamado John Cazale que participó en cinco de las películas más influyentes de la gloriosa década de los 70. El Padrino, La Conversación, El Padrino Parte II, Tarde de Perros y El Cazador.

¿Fue suerte que participara en esas películas? ¿las escogió él descartando otras muchas? ¿se centró en el teatro y pasó del cine? ¿Acaso no daba el tipo físico para salir en la gran pantalla?

Difícil responder a esas preguntas, pero el documental nos muestra la admiración de quienes trabajaron con él (Pacino, DeNiro, Dreyfuss, etc.), quienes vivieron con él (Streep) y quienes le admiran y/o mitifican (Buscemi, Seymur-Hoffman, etc.)

Sorprende ver como una persona enferma de cáncer es capaz de hacer el papel de Stanley en El Cazador regalándonos momentos excepcionales.

Querido John Cazale, siempre te he admirado desde que mi padre ponía la película de El Cazador una y otra vez en el video Beta de casa.

Estés donde estés, gracias por haber compartido tu talento con todos.

Un sincero admirador.