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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
9
Drama Berlín, 1956. Faltan cinco años para la construcción del muro. Un grupo de estudiantes alemanes decide mostrar su solidaridad con las víctimas de la Revolución Húngara de 1956 con un minuto de silencio durante las clases. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2019
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Afrontar el futuro cuando tu país ha quedado devastado por una guerra que él mismo ha iniciado, que has perdido, que cargas con la culpa por acción u omisión de un horror sistematizado, nuevo hasta la fecha, de un genocidio que quedará prendido para siempre como un estigma indeleble al pueblo que perteneces, se constituye una tarea titánica que solo la amnesia forzada espiritual y moral o el más férreo fanatismo pueden intentar superar.

Alemania dividida en dos, Este y Oeste lo consiguió a dos velocidades. Los del Oeste apoyados por la liquidez monetaria (Plan Marshall) de un "amigo" americano que no podía dejar una Europa caída a los pies del comunismo stalinista. Los del Oeste cambiaron un brutal dictador por otro que los tutelaba a distancia y añadía la sal de la ausencia de libertad a la herida bajo proclamas de un socialismo de trampantojo. En cualquier caso la recuperación fue antes económica que moral y ambas tuvieron que asumir un purgatorio de transición, de lucha interior, de sacrificio  de cada cual para seguir adelante. Durante años de todo esto no se habla o se habla poco.

Los cineastas alemanes contemporáneos desde Wolfgang Becker (Good bye Lenin / 2003), Dennis Gansel (La Ola / 2008) o Florian Henckel (La vida de los otros / 2006), hasta Christian Petzold (Barbara / 2012) o el italo alemán Giulio Ricciarelli (La conspiración de silencio / 2014) pasando por el propio Lars Kraume (El caso Fritz Bauer), tratan de conjurar todos esos demonios de su pueblo. De alzar la voz y la imagen, para asumir y soltar el lastre de su historia.

Con la cinta que nos ocupa fiel a su estilo de apoyarse en hechos reales, Kraume ha conseguido, a mi juicio, un cocktel poderoso, de fuerte sabor amargo pero con las gotas justas de comercialidad, apelando al melodrama y subtramas propias de adolescentes, para destilar empatia y emotividad. Los ingredientes a parte de los hechos narrados se basan en una sobresaliente elección de todo el casting donde tres de sus protagonistas y sus roles no dejan de evocarme, con todas las infinitas distancias, a De Niro, Newman y Redford antes de cumplir los 20. Tres jóvenes actores que seguro darán mucho que hablar si nada se tuerce, magníficamente secundados por el resto del elenco. Notable puesta en escena (siempre me maravilla el parque automovilístico de la época que utiliza el director) para un drama a pie de página de la historia que nos conmueve y nos transporta a tan solo unas décadas atrás donde los muros entre padres/ madres e hijos/as eran habituales, agrandando la brecha generacional innata, donde nuestros padres tenían una vida y un pasado que apenas nos llegaba en viejas fotos. Sus secretos más íntimos, siempre estaban bajo una llave que nos estaba vedada. Y más en este caso donde el pasado puede cercenar el futuro. Gran película.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
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