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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
6
Comedia Tras el éxito mundial de Borat, Sacha Baron Cohen interpreta a un reportero gay, con cierta obsesión por la moda y por el culto al cuerpo. Esto le llevará a parodiar a los diseñadores de alta costura y modelos. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2011
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Bruno” supone otro atentado humorístico, crítico y aparentemente inmoral de Sacha Baron Cohen, el enemigo público número 1 de fundamentalistas, homófobos y demás especies aviesas de EE UU y alrededores. Mediante el formato de ¿falso? documental, el presentador austriaco más fashion se embarca en una sucesión de gags, la mayoría ciertamente hilarantes, a base de cargar contra todo estamento que se ponga por delante.

Comprendo que a muchos el humor de trazo grueso de Cohen les cause rechazo y hasta repulsión, el hombre no es que se ponga muchos límites en pro del buen gusto que digamos, pero sería una pena que nos quedásemos sólo con eso y pasara inadvertida la lúcida disección de esa triste realidad plagada de fanáticos retrógrados, irresponsables recalcitrantes o directamente estúpidos, cuyas mentalidades primarias parecen más propias del medievo que no del siglo en que vivimos, a los que Bruno pone en evidencia con alevosía y nocturnidad.

Entre las carcajadas se nos cuelan, y ahí está el auténtico valor del film, risas congeladas por la cruda realidad. Tras esa pátina de gag chusco, de búsqueda del escándalo sin límites aún a riesgo de su propia seguridad personal (ver el episodio en Jerusalén al respecto), se pone de manifiesto la cruda realidad: hay madres que dejarían hacer una liposucción a sus hijas de 7 años con tal de que salgan en un anuncio, famosos “solidarios” que no tienen inconveniente en sentarse literalmente sobre trabajadores mejicanos, pastores evangélicos que creen que la homosexualidad es un enfermedad con tratamiento reversible y así durante hora y media. Sin prisioneros.

Resumiendo, se puede estar molesto por la escatología del film pero, en mi humilde opinión, terroristas del humor como Sacha Baron Cohen son necesarios en estos tiempos aciagos de corrección política, imbecilidad institucionalizada e hipocresía consensuada. ¡Dales duro, Bruno!
RandolphCarter
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