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España España · SAN LORENZO DEL ESCORIAL
Voto de félix alonso:
8
Drama República de Weimar (1919-1933). Una vez terminada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se produjeron en Alemania movimientos populares de protesta, al frente de los cuales se hallaban Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, que fundaron un partido político revolucionario de carácter comunista: los espartaquistas. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si la escena en la que toma la palabra Jean Jaurès, a los miembros del Buró Socialista Internacional, deliberando por la paz y la fraternidad de los pueblos, fue en París o en Bruselas, en cualquier caso vemos a Jaurès incansable abogar por una inaccesible complicidad entre París y Berlín. “Nunca he dudado en atraer sobre mi cabeza el odio de nuestros chovinistas por mi voluntad obstinada, y que no flaqueará jamás, de un acercamiento franco-alemán”, explica. Antes de hacer del proletariado instrumento de este acercamiento y último baluarte contra la guerra: “¿Queréis que os diga la diferencia entre la clase obrera y la clase burguesa? La clase obrera odia colectivamente la guerra, pero no la teme individualmente, mientras que los burgueses, colectivamente celebran la guerra, pero la temen individualmente. Por eso, cuando los burgueses chovinistas han conseguido que amenace tormenta, se amedrentan y preguntan si no van a actuar los socialistas para impedirla”. En un extremo del estrado, Rosa Luxemburg parece asentir con un discreto cabeceo. Viene de Alemania con el convencimiento de que muchos de sus compañeros están tomando la opción de apoyar el conflicto bélico, y esa es una de las claves de la película, el desgarramiento que va sufriendo, siempre acompañado de imágenes de su vida personal y amorosa, hasta su distanciamiento total creando el partido espartaquista.
La película no aporta ningún elemento que nos haga pensar que las tropas de asalto habían recibido órdenes de los socialdemócratas, como se sostiene en muchas ocasiones de forma interesada, el golpe de su cuerpo sobre el canal y las luces reflejadas en el mismo ponen fin a una historia realmente emotiva. Bertold Brecht nos dejó éstos versos, que hemos echado de menos, mientras buscaban su cadáver: la noche del 15 de enero de 1919:
La Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde se encuentra es desconocido.
Porque ella a los pobres la verdad ha dicho
Los ricos del mundo la han extinguido.
félix alonso
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