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España España · SAN LORENZO DEL ESCORIAL
Voto de félix alonso:
7
Drama Narra la historia de amor del escritor Camilo Castelo Branco por Fanny Owen, una muchacha de origen inglés que, por su parte, se enamora de un compañero, amigo y rival del escritor, José Augusto. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hemos elegido “Francisca” en el homenaje que hemos realizado en nuestro cine-club a Manoel de Oliveira por algunas razones, para nosotros contundentes. En primer lugar por tratarse de una adaptación de la novela Fanny Owen de Agustina Bessa-Luis, una de las figuras centrales de las letras europeas, y que en” Contemplación cariñosa de la angustia” nos hace disfrutar mucho con una excelente velada con seis escritores de su agrado (y del nuestro). En segundo lugar poner en primer plano la vida rocambolesca de Camilo Castelo Branco, una de cuyas novelas dio origen a la película del chileno Raúl Ruiz: ”Misterios de Lisboa”. Y por último, y como razón también afectiva, llevarnos a las tierras de Miguel Torga. Oliveira, con éstos ingredientes, nos pone delante de nuestros ojos la obsesión del romanticismo: la búsqueda del absoluto que rescatara a los hombres de la fragmentación para restituirles la unidad perdida. El amor podría ser ese absoluto si imposiciones sociales no lo desvirtuaran, fracasada la ilusión del amor sólo queda la muerte.
La película la concibe Oliveira a modo de “tableaux vivants” con una puesta radical en iluminación bajo mínimos, reivindicando los lienzos burgueses de aquella época, y dando mucho protagonismo a Elso Roque director de fotografía. La película hubiera tomado otra dimensión si la fotografía hubiera sido encargada a Nestor Almendros, al modo en que lo hacía con Rohmer, pero entonces ya no sería Oliveira, estaríamos hablando de otra cosa, y ese es precisamente el mérito, conseguir de cada plano un riguroso pictorismo y al mismo tiempo ser cine en toda su dimensión.
Hector Pandiella, en un excelente trabajo, nos aclara que los espacios quedan fragmentados por zooms o travelling que acomodan los límites del cuadro a la disposición y a la pose nueva de los personajes, pero el movimiento de cámara no coincide con la acción. El espacio exterior, cuando es pertinente, no se inserta en el discurso mediante el plano / contraplano sino a través del sonido (otro elemento primordial de la película, siempre puntual, puntuando) o del espejo. El recurso de la repetición (sobre todo cuando corresponde el plano a quien habla y el contraplano a quien escuche) es famoso gracias a Persona, de Bergman y reivindicado por el otro gran cineasta portugués, Monteiro, En el caso de la película de Oliveira, lo observamos con claridad en la secuencia del corazón de la amada .Muchos otros aspectos merecen ser observados con delicadeza en una película tan compleja como esta: el papel que la música adquiere, el tratamiento de las elipsis temporales mediante rótulos.
La riqueza del conjunto anima no sólo a pensar algunos elementos (pensamiento que ejerce tensión hacia nuevas formas de escribir/leer el cine) sino a disfrutar a cada instante, con mirada voraz y absoluta entrega, de esta obra maestra de Manoel de Oliveira.
félix alonso
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