Con diecisiete años de ausencia en el país, el hoy renombrado director de cine retorna a México para el rodaje de su nueva obra titulada Roma, que hace referencia al barrio que lo vio crecer y donde la división de clases socio-raciales prevalece, deambula entre las aceras del cuadrante urbano y es una actitud tal y como lo muestran en esta película, infundada.

De una artística visual que deleita al más minucioso, la película se dota de excelentes planos secuencia, encuadres dignos de referentes en cinefotografía actual y una dirección de arte que no escatima a la hora de recrear los inicios de la década de los 70, componentes certeramente inmejorables del film. Con dicha labor, el director logra cierta conexión con un público que como él sienten ese apego por el lugar, no obstante la película es apenas es un retrato acercado de lo que la Roma es, un sitio más sacudido por terremotos que por movimientos sociales que se registren en la historia del México actual, en el cual su clásismo perdura irremediablemente y buscará la manera de atenuar las actitudes entre residentes y los que han encontrado ahí una forma de ganarse el sustento.

La historia se enclava en casa de Sofía ubicada en la calle de Tepic, casi esquina Monterrey, en ella viven su madre, sus cuatro hijos y un marido imponente que hace gala por su ausencia en la mayor parte del metraje. Cleo, la chica de servicio vive con ellos y conoce a cada uno casi a la perfección, la sencillez de su trato permite que la dueña tenga plena confianza en ella acerca del cuidado de los niños, la organización del hogar,
y hasta de la mascota, —quien también tiene sus momentos a cuadro. Para Cleo su estabilidad está dada de esa manera, no hay muchos cuestionamientos y las circunstancias también le cambiarán de acuerdo a la desinformación y los tabúes que en la época existían.

Con 135 minutos de duración, argumentalmente no ofrece nada extraordinario, algunos movimientos políticos del momento pero nada que realmente marque el regreso de Alfonso Cuaron, mas que el de hacer una película en su país, en su colonia, sobre esbozos de una infancia en la que se normalizaba la diferencia de clases socio-raciales, el patriarcado, el domingo 7, el acabóse sobre el abandono y el egoísmo desaforado de los pudientes sobre la clase proletaria.

Cuarón convence a críticos, pero también la voz de la gente en redes sociales se hace sentir y se va al extremo de catalogarla como un "Lo que callamos las mujeres", en blanco y negro, con mayor presupuesto. Juzgue usted y delibere.

Para concluir, me surge una duda:

El agua enjabonada en los primeros minutos ¿Es una reminiscencia al detergente más común, barato y conocido en nuestro país que lleva el mismo nombre de la capital italiana, la colonia en México y ahora el de esta película? Sí, ese que es muy recurrido en talleres mecánicos por su gran efectividad a la hora de limpiar piezas automotrices. Pero, si me voy más allá, y que hoy demuestra que también es empleado para la limpieza de las heces fecales caninas, o ya más lépero, qué ¿vivir en la Roma te hace ser menos mierda que el resto de los chilangos? Juego de palabras, imágenes, ideas...