Jueves 13 de Septiembre (Día del Cine Mexicano), 6:10 pm Cinemark Lindavista. ¡Se lee cruel y paradójico! Pero así es la vida de Alicia, una niña de siete años de edad que vive con su madre, mujer sola e incomprendida, con síntomas latentes de neurosis y dependiente de las relaciones destructivas, del cigarro y los ansiolíticos. Emilia tropieza constantemente con la atención de Alicia, culpándola de sus fracasos amorosos y de representar esa atadura que le impide su plenitud de mujer, con deseos, necesidades y proyectos. A ellas dos se les une Héctor, hombre desahuciado por los médicos, quién en momentos críticos de la enfermedad es expectador a través de una ventana y observa la intimidad de sus vecinas convirtiéndose de forma indirecta en conflicto entre madre e hija.

Con un sentido realista Andrés León y Javier Solar llevan a cuadro la relación filial con todos sus elementos, días normales, buenos y malos, mostrando una paradoja en la relación, produciendo en la niña un estado de apatía y depresión severo. Mientras que Emilia y su bajo autoestima no le permiten encontrar la estabilidad, con depresiones que se manifiestan con agresión y poca tolerancia.

Es un proyecto con absoluta naturalidad, las situaciones no son forzadas cada personaje aporta algo para tensar lo cotidiano. En cuanto a los tonos fríos de la fotografía he de mencionar que no son mis predilecto, pero si es contundente en este lapso de tiempo en el cual se retrata la depresión en estado puro. Las interpretaciones son correctas a excepción de alguna, notoria por lo artificial que resulta.

“Más que a nada en el mundo” se vio beneficiada al conformar la larga lista de películas, que con motivo del día del cine mexicano se exhibieron con gran aceptación y la gente se mantuvo con cierta satisfacción al ya no encontrar al ladrón, drogadicto, corrupto o esos integrantes incómodos de la Ciudad de México.

Bien por los incentivos al quehacer cinematográfico mexicano.