FA
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Voto de Coleccionista Visual:
6
11 de abril de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos en una sociedad desensibilizada en grado mayúsculo. Perturba saber el nivel de descomposición social al que estamos sujetos, siendo rehenes de la incertidumbre ante la actual situación que lejos de solucionarse se agrava día con día. México y muchos sitios de Hispanoamérica se encuentran sumergidos en el atraso, ese manifestado a través de la ignorancia, desigualdad social y ambición desmedida, que sin lugar a dudas incentivan los actos de corrupción y delito en el continente. Ese México áspero viene a relucir en esta cinta.
Días de gracia enmarca a dos personajes en tres tiempos diferentes -años en los que se celebró el mundial de fútbol-, ambos se mueven en contextos donde todo sirve de apariencia y solo forma parte de una cortina para esconder la auténtica escoria social que corrompe el orden. Dichas figuras cercanas a lo habitual del entorno (como el policía) lastimosamente es aprovechado para la trama de este thriller de una manera no muy alentadora, pero sí muy próxima a la realidad, la que supera ya en este momento la ficción de este país.
Una cinta donde uno de los elementos principales a vencer es el montaje, es concordar los tiempos, situaciones, personajes para validar el resultado. Esta presentación se vuelve compleja e incluso irritante, sin embargo hay idea por tratar de innovarse en un género del que pocos gustan.
Tenoch Huerta y Kristian Ferrer a la cabeza del reparto con muy buenas interpretaciones, colocándolos en la escena del cine mexicano; actores de corta carrera, pero ya con credibilidad necesaria para nuevos proyectos.
Días de gracia enmarca a dos personajes en tres tiempos diferentes -años en los que se celebró el mundial de fútbol-, ambos se mueven en contextos donde todo sirve de apariencia y solo forma parte de una cortina para esconder la auténtica escoria social que corrompe el orden. Dichas figuras cercanas a lo habitual del entorno (como el policía) lastimosamente es aprovechado para la trama de este thriller de una manera no muy alentadora, pero sí muy próxima a la realidad, la que supera ya en este momento la ficción de este país.
Una cinta donde uno de los elementos principales a vencer es el montaje, es concordar los tiempos, situaciones, personajes para validar el resultado. Esta presentación se vuelve compleja e incluso irritante, sin embargo hay idea por tratar de innovarse en un género del que pocos gustan.
Tenoch Huerta y Kristian Ferrer a la cabeza del reparto con muy buenas interpretaciones, colocándolos en la escena del cine mexicano; actores de corta carrera, pero ya con credibilidad necesaria para nuevos proyectos.