Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Juan Marey:
8
Western Considerada la mejor película de la época muda de John Ford, un western alrededor del ferrocarril y el espíritu pionero de los Estados Unidos de América. El presidente Lincoln ha autorizado la construcción de un enlace entre las líneas ferroviarias de la Union Pacific y la Central Pacific. Un contratista (Will Walling) y un topógrafo (George O´Brien) emprenden viaje con el objetivo de trazar la ruta idónea, pero, aunque logran localizar ... [+]
17 de julio de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El caballo de hierro” es sin duda la mejor producción muda de Ford. Detrás de la cámara nos encontramos a un joven cineasta de tan sólo 30 años, hijo de inmigrantes irlandeses, que ya ha dirigido medio centenar de películas aunque jamás haya pilotado un proyecto semejante. Hace muy poco que ha empezado a aparecer en los créditos como John Ford, pues su auténtico nombre es Sean Aloysius O´Fearna (Algunas fuentes sostienen que fue registrado como John Martin Feeney), nacido en una granja de Cape Elizabeth, estado de Maine, un 1 de febrero de 1894, en el seno de una numerosísima familia –trece hermanos -cuyos progenitores proceden de Galway, Irlanda.

La película está dedicada a los constructores del primer enlace transcontinental por ferrocarril, que unió las líneas de la Central Pacific y de la Union Pacific. Los exteriores del film se rodaron en las inmediaciones de Reno, en el estado de Nevada, durante el primer trimestre del año 1924, en unas condiciones muy difíciles y penosas, ya que a menudo la temperatura ambiente descendía hasta los 25 grados centígrados bajo cero, o incluso más, y ni el equipo artístico ni el técnico, que habían venido de la vecina y soleada California, estaban preparados para semejante temperatura, pero precisamente esa dura climatología, soportando incluso furiosas ventiscas, colabora eficazmente al verismo de una cinta que ha llegado hasta nosotros en su versión más abreviada, con 133 minutos de duración, cuando la original llegaba hasta los 160. El trabajo de producción fue excelente, casi cinco mil figurantes llegaron a intervenir en la cinta, y se dice que el director quiso que todos ellos llevasen la misma existencia que los pioneros del Far West.

“El Caballo de Hierro” se beneficia de una gratificante mezcla de estilos, pues aparte de constituir un “Western” con mayúsculas, tras cuya estela transitarían películas como “El Maquinista de la General” (The General, Buster Keaton y Clyde Bruckman, 1926), o “Unión Pacífico” (Union Pacific, Cecil B. De Mille, 1939), participa del melodrama, el género histórico-documental, el cine romántico y la comedia costumbrista, y consigue sobrevivir con nota a semejante macedonia estilística. También atestigua el excelente pulso narrativo de Ford, superando el estatismo de las cámaras de entonces con un montaje muy dinámico y una serie de escenas memorables. En general, todas las secuencias de acción están estupendamente rodadas, pero los interludios cómicos no les van a la zaga, con un tratamiento de los característicos y las situaciones que ya prefigura la particular marca de la casa “Fordiana”. La historia de la construcción del primer ferrocarril americano transcontinental fue el mayor reto al que hasta entonces se había enfrentado Ford y cuenta con el mérito de ser la película más larga filmada por el maestro, pero, con todo, no encontramos tiempos muertos, no hay secuencias de relleno, todo en pro de una combinación de secuencias de muy diverso tono que componen una heterogeneidad muy bien llevada, con un sentido del ritmo y una condensación dramática más que dignas.

A la postre, la película costó cerca de 300.000 dólares de la época, una exorbitante cantidad, pero tras su estreno resultó un gran éxito y recaudó diez veces esa cifra, revelándose como un magnífico negocio. Demostró que los films de “El Oeste” podían ser algo más que un rutinario y barato espectáculo para rellenar programas, y apuntaló la cotización de John Ford dentro de la industria, impulsando la carrera de un cineasta que en el futuro llegaría a conquistar cuatro premios “Oscar” al “Mejor Director”, convirtiéndose con el paso del tiempo, bajo mi humilde opinión, en el más grande entre los grandes de la historia del “Séptimo Arte”.
Juan Marey
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow