Debo confesar que la mala nota que se lleva el episodio y cierre final de la maravillosa serie 'Sense 8' es debido, en gran parte, a las esperanzas que le había puesto en que los Wachovski diesen un digno cierre final. Ellos mismos habían confesado que tenían argumento como para continuarla durante cuatro o cinco temporadas más y si vemos por donde se andaba la serie, nos damos cuenta de que había demasiadas tramas abiertas y demasiadas incógnitas por resolver. Había que darla un cierre a la altura sí, pero también es cierto que sus responsables no han escogido el camino correcto.

Da la sensación de que los Wachovski se han liado la manta a la cabeza, han querido dejar todo atado y cerrado mostrando algún atisbo de trama que tenían preparada (y que no tiene ni pies ni sentido incluir ahora, como es el caso de la dichosa laguna). Han hecho un afán desmesurado por incluir a todo personaje secundario que en algún momento ha aparecido y, en algunos casos está bien, pero en otros no hace falta.

En dos horas y media de capítulo, tienen que pasar muchas cosas para dejar todo apunto y acaba siendo un totum revolutum muy descompensado, mucha acción y disparos sin sentido en un momento dado, mucho diálogo insustancial en otro, mucho “vamos a darles a los fans lo que les gusta” sin venir muy a cuento. Y cierto, los más fans pueden disfrutar de que, en esencia, todo sigue intacto si lo miramos por encima, si solo nos fijamos en la superficie. Porque si rasgamos un poco vemos como la trama de Whispers se resuelve estrepitosamente. Como un villano tan sumamente eficaz e icónico (algo en lo que los hermanos son unos expertos tras el agente Smith), que acaba en las manos de otro de los personajes que más juego puede dar, termine de semejante forma. O como algunas veces recurren, como dirían los Simpson a “lo ha hecho un mago” para salir airosos de la situación (toda la trama de Jonas, que termina siendo un personaje plasta y pesado).

Pero creo que lo que más rabia me da es lo sucedido con los sensates, muy desdibujados en este episodio final. Quizás, Kala es el único personaje que se salva gracias al momento más inspirado de todo el episodio (y me refiero, lógicamente, al momento del disparo). Pero el resto, que tanto amamos, sirven solo para luchar (Wolfgang), hackear (Nomi), disparar (el americano o la japonesa) o conducir (Capheus). Vergonzoso es lo que sucede con Lito, uno de los más sensates más carismáticos pasa completamente desapercibido durante todo el metraje. Ni siquiera sabemos más sobre su futuro.

El final de 'Sense 8', me ha parecido un completo y ruinoso desastre, muy precipitado y estrepitoso a todos los niveles. Entiendo que parte de la culpa es mía porque me había hecho muchas ilusiones sobre el final. Ni siquiera les pedía que cerrasen todas las tramas, me hubiera bastado con un “tranquilo, van a estar sanos y salvos y bien”. Una lástima.

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