Vi esta película pensando en un directo video, pero quedé gratamente sorprendido.
Con un reparto muy dispar a la vez que llamativo donde se congregan, desde un consagrado James Caan, pasando por un actor casi retirado Louis Gosset Jr, siguiendo por un malo de los de antes (casi siempre) Michael Ironside, una actriz con sombras y luces Famke Janssen, unos televisivos Kim Coates y Sheila McCarthy, pero por supuesto el prota, Dominic Purcell o como yo lo llamo “INEXPRESIVO” Purcell, pues da igual que haga drama, acción, terror o escape de una cárcel (Prison Break) que su cara no se altera, solo un actor es comparable a ese hito, el no menos inexpresivo Steven Seagal, juntos sería un duelo a tener en cuenta.


Pero volviendo a la película, que me desvío de lo principal, me gusto bastante por no decir mucho, me pareció muy original el guion, no por ser una historia de boxeo, que las hay a puñados, pero si por intercalar recuerdos durante el mismo combates y enlazando la historia de que les llevó a esa situación.
A Purcell le queda muy bien el papel, porque el drama para un inexpresivo es lo mejor, pues siempre tiene cara de pena y aquí lo clava, si fuera comedia hablaríamos de otro asunto en referencia del actor.
Los secundarios, que decir de ellos, todos con muchas tablas y nos hacen disfrutar de una actuación que muchos jóvenes desearían (sin querer mencionar a Zac Efron o Hannah Montana).


La lucha no tiene que envidiar nada a las mejores peleas del celuloide, con la diferencia que aquí no es la protagonista si no un hilo conductor para la historia, pero aun así hay momentos dramáticos en la contienda, entre un joven prometedor boxeador y un veterano del mismo y con fuerza de seguir manteniendo el record de no haber sido nunca noqueado en la que puede ser su 64 y último combate.

PD: Recomendable, para los amantes del boxeo y el cine, con un metraje acertado, viendo a la duración que algunos petardos nos acostumbran, pues 2 horas no significa calidad, muchas veces pesadez y bajar la nota al film que resulta largo.