Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de almarsn1:
4
Drama Con 18 años, Álex deja su ciudad y se va a Madrid a estudiar a la universidad. Cuando llega al Colegio Mayor, no se puede ni imaginar qué son las novatadas, esas humillaciones y juegos vejatorios que los veteranos infligen a los recién llegados con total impunidad. Esta práctica se extiende a todos los Colegios Mayores; por ejemplo, Carla también es víctima de las novatadas. Los veteranos, capitaneados por Estévez y Gladys, jóvenes ... [+]
8 de noviembre de 2015
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La problemática de las novatadas siempre ha estado presente, bien de manera más suave o más dura, sin embargo todo el mundo intenta evitar hablar de ello por miedo. También es cierto que no todo el mundo las ha sufrido, me incluyo, pero hay gente que ha sufrido mucho y ha llegado hasta a abandonar los estudios por estos comportamiento nocivos. Normalmente suelen darse en algún tipo de colegios mayores, suponiendo que por el hecho de ser privados y poder mantener más la privacidad que en algo público que depende directamente del estado y cabría esperar mayor intervención de la dirección y el profesorado. Pablo Aragüés es un director que sufrió estos hechos durante su adolescencia, en algún lugar que no quiere desvelar, pero haciéndole sufrir vejaciones impropias para cualquier persona como se relata en el reportaje de Equipo de Investigación sobre las novatadas, lanzado a la televisión por el fallecimiento de un alumno por, supuestamente, este tipo de novatadas. El abanico es muy amplio, desde deslizarte por harina hasta desnudarte en una fiesta delante de todo el mundo, pero por muy light que pudiese parecer hay que conseguir eliminar esta ¿tradición? de todos los lugares donde siga vigente. Debido a los sucesos vividos en primera persona por el director, éste decidió llevar a cabo una película inspirada en su vida, donde el límite entre la realidad y la ficción deberá delimitarla el espectador.

Álex (Javier Butler) y Carla (Lucía Ramos) son dos estudiantes que se matriculan en una escuela mayor, cada uno en la propia según la carrera elegida. Desde el primer día no pasarán desapercibos para Estévez (Nicolás Coronado) y Gladys (Alejandro Onieva), los líderes de la ejecución de las novatadas, aunque en su mano solo está la palabra y el mandato hacia su grupo determinado. Una serie de novatadas harán tambalear la vida de los nuevos estudiantes, para lo que deberán elegir si soportarlo o abandonar sus sueños. Un drama universitario con una temática pocas veces vista, alejándose de todas las películas clave sobre colegios y sus traumas para centrarse en la tortura diaria de ambos protagonistas. En este caso destaca Nicolás Coronado, sin ninguna duda el protagonista absorbente del trabajo del equipo y que se convierte en un personaje de terror seco, aquél que asusta por su actitud y no por los sobresaltos que pudiera dar. Muy a nuestro pesar el resto del equipo está a niveles insuficientes, empezando por Javier Butler que nunca me llego a creer debido al comportamiento, y Lucía Ramos que posee toda la belleza que necesita una mujer, pero ni su dulzura ni su encanto son visibles en el papel que le han articulado. Mención aparte el equipo de “torturadores” dirigidos por Coronado, similares a perros de presa que se lanzan al ataque sin rechistar.

Este no es el único problema de la cinta, pues el argumento se hace inverosímil según avanza. El comienzo en el autobús y la posterior llegada a la universidad me hizo temerme lo peor, hasta que aparece la primera escena con Estévez y remonta durante un buen trozo, resulta interesante y atrayente, hasta que el romance aparece a escena. Como suele ocurrir en muchos dramas, al torcer al terreno romántico se vienen abajo, otra película surge de este maltrato y hasta el comportamiento de los “malos” se ve modificado como dirigiendo a Álex y Carla a su amor, lo cual contrasta totalmente con la idea inicial de Aragüés. Desconozco si en su caso pasó por el mismo enamoramiento, lo dudo bastante debido a la alegría que ha intentado plasmar en la pantalla, con canciones animadas y música de dulzura tópica, amén de ese playback por el ¿centro? de Madrid con un colorido agradable y un final húmedo. A partir de ese punto de inflexión Gladys parece convertirse en algo parecido a una celestina, dejándose llevar por la apariencia interesante de Estévez y olvidándose de su papel, y el camino hacia el final se vuelve tan torpe que no puedes evitar llevar las manos a la cabeza. No faltará la obviedad de ese cine novato, con la aparición del director (la única opinión del profesorado en toda la película) mentando “Son solamente novatadas, la sangre no llega al río” encadenándose con la escena tópica ante esta frase lapidaria. El comportamiento de Carla tampoco es que sea comprensible, la paranoia matrimonial le surge cuando Álex le confiesa un secreto, ante el cual no se entiende la reacción de esa chica tímida y dulce, que a veces no lo es tanto.

Destacable es toda la historia que hay detrás. Cruel, no solo para los que lo sufren sino para los que lo ven desde fuera, impidiendo cualquier reacción contraria a sus intereses por lo que pudiera pasar. Dura por saber que el mismo director lo vivió, recordando su pasado al escribir el guion y dirigir al equipo. Pero ahí queda todo. Si quería mostrar la realidad, un documental hubiera sido mucho más preciso. Si quería edulcorarlo con ficción, este no es el camino. Todo es muy limitado, particularmente llama la atención el uso de la música, en tu cabeza se ilumina la bombilla justo segundos antes de su aparición y piensas: “Que tópico sería que apareciese la música ahora”, y pum, ahí aparece. El gusanillo te invade por conocer como concluirá la amalgama de sufrimiento y pasión, y la estupefacción llega, una flipada made in Tarantino que no resulta necesaria, agradable ni creíble. Esto no le funciona a prácticamente nadie, y Aragüés no es la excepción. La sensación de venganza con este final es muy fuerte, el resentimiento por la gente que le hizo sufrir es el que habrá causado esta sangrienta escena, pero no pega ni con cola. Siento decirlo, pero la interesantísima idea inicial acaba siendo tirada por el retrete. Un fracaso del que se salva de manera majestuosa un magnífico Nicolás Coronado.

Léase en Mundo Critica (www.mundocritica.com)
almarsn1
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow