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España España · MADRID
Voto de Spark:
4
Comedia En Carolina del Norte, dos aspirantes a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos se enfrentan en campaña electoral. Para el congresista Cam Brady (Will Ferrell) es la primera vez en su carrera que tiene que hacer frente a otro candidato: Marty Huggins (Zach Galifianakis), inconsciente títere de las grandes empresas y gerente de la oficina de turismo local. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2019
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El mundo de la política es una maravillosa (y necesaria) tentación para desarrollar comedias y sátiras de ficción; que nos hablen sin tapujos y nos ridiculicen a esas figuras políticas cargadas de hipocresía, egocentrismo y amoralidad... unas figuras que nos son bastante cercanas en las democracias contemporáneas. Por ello una comedia política siempre goza de un gran potencial.

Pero no se engañen: "En campaña todo vale" no es la serie "Veep" ni está cargada de esos diálogos tan laboriosos, aplicados e ingeniosos como ácidos, punzantes y divertidos.

En esta parodia política (cuyo argumento es la rivalidad durante una campaña entre dos aspirantes locales al Congreso de los Estados Unidos) no hay riesgo, calado ni valor en sus notas de humor a la ridiculización de la esfera política (eso se lo seguimos dejando a VEEP y a films como "Primary Colors (1998) o "La cortina de humo" (1997))). Pues el humor que se nos va dando durante el desarrollo de la trama consiste en nombrar de seguido las típicas palabras de "caca,culo, pedo, pis... tetas, huevos (la palabra más abundante en el guión, que de tanto repetirla resulta baladí, insignificante y anodina), coño, titis, hostia, follar, uretra, cagar y vagina" (palabras que de corrido no tiene gracia de por sí a no ser que haya un contexto que de pie a ello... bueno, en los Estados Unidos se ve que la simple mención de estas palabras ya produce la carcajada, será porque las tienen como un tabú absurdo), en ver algunos trompazos, tropezones, golpes, picotazos de bichos y sobadas de partes íntimas. Sinceramente, de una sátira política se espera mucho más... mucho más que un humor que no se mide con ponderación y equilibrio (desde luego aquí no podemos decir que menos es más... en esta ocasión más es menos) y que resulta tan básico, simplón, resobado, infantiloide y carente de ingenio, perspicacia y sorpresa que apenas hace reír (admito que solo me reí un par de veces... y porque soy de risa floja). Es capaz de mantener una sonrisa cómplice de tanto en cuanto ya que la temática de caricaturizar a los políticos resulta efectiva, aunque esa caricatura sea un mero esbozo de pocos trazos (muy indebidamente se tenía que haber desarrollado su temática de parodia al politiqueo como para no resultar al menos un film simpático y cómplice... y muy malo el guión no es, solo regular tirando a malo).

Una lástima porque la trama se desarrolla con bastante fluidez y evoluciona sin divagar, distraerse o alongarse sin necesidad (a excepción del último tercio que resulta algo repetitivo). Así que a nivel general estamos ante un film lo suficientemente entretenido y agradable como para aguantar un visionado rápido

La realización y la edición por su parte son tan usuales y poco originales y llamativas como aceptables. Se basan principalmente en el plano/contraplano y los planos cerrados para hacer recaer todo el peso del film en sus dos actores principales y en el guión. La cinematografía es limpia y la puesta en escena es complaciente y agradable (destacando una iluminación gustosa) y nos puede hacer mantenernos con convencimiento frente a la pantalla durante el metraje.

Esa fotografía y plasticidad del film (que no es notable, pero sí muy eficaz y placentera), junto a un guión no brillante pero sí soportable... y el buen hacer de Zach Galifianakis (que saca el máximo partido a su personaje, dotándole de una excentricidad e ingenuidad con sus ademanes que no resulta distante sino cercana y entrañable. Will Ferrer por su parte no me dice nada, pero debo admitir que siempre me ha resultado cargante (y en su último trabajo "Holmes y Watson" (2018) ("premiada" con el Razzie a la peor película de 2018) ya es el culmen del perogrullo)) nos hacen poder ver un film que desde luego ni pasará a la historia, ni nos hará reír a carcajadas ni nos sorprenderá en su parodia.

En fin, no merece la pena de verse excepto si se es muy muy fan de sus dos cómicos o de la comedia americana más boba y soez. No es el peor trabajo de Will Ferrer, eso tampoco (pero es que el listón es taan bajo).

Lo mejor: La fotografía e iluminación. Que no llega a la hora y media de duración y no nos tortura con excesivas redundancias en la trama. Zach Galifianakis que le saca el máximo jugo a su personaje.
Lo peor: Su ¿humor? y la falta de audacia de éste...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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