Basado en hechos reales, "Coach Carter" es un complaciente drama, realmente confortable y embaucador en su visionado, sobre un antiguo jugador de baloncesto que regresa al conflictivo instituto en el que estudiaba para ahora entrenar al equipo de baloncesto de este colegio del guetto.

En "Coach Carter" nos encontramos con una historia y una trama más que vista en el cine (sobretodo en el cine norteamericano) en la que un profesor "reforma" a sus alumnos adolescentes más conflictivos, que tienen la mala suerte de haberse criado en un entorno difícil. Lo hemos visto en 1967 en "Rebelión en Aulas" con Poitier, Robin Williams también intentó cambiar la vida de sus alumnos en "El Club de los Poetas Muertos", y Michelle Pfeiffer en "Mentes Criminales", y Banderas por medio de clases de baile en "Déjate Llevar"... y así podría seguir la lista.

Y aun así, y contando con una trama tan vista y previsible (pero no por ello sin dejar de ser efectiva, robusta y poderosa), "Coach Carter" destaca por sí misma dentro de los films de esta temática. Pues se lleva a escena con naturalidad, empuje, realismo y firmeza.

Son más de dos horas de metraje (desde luego uno de los peores defectos del film es que le sobran algunos de sus minutos) y rara vez no atrapa. La trama es sencilla pero muy potente; Ken Carter (un estupendo Samuel L. Jackson) pretende que sus alumnos no solo jueguen bien sino que saquen buenas notas y puedan cambiar su porvenir de drogas y pistolas por carreras univeritarias. Y así, entre vibrantes partidas de baloncesto, lecciones morales de un Jackson que se impone notablemente a sus alumnos, entre agotadores entrenamientos muy bien llevados a la pantalla y entre conmovedoras y naturales vidas adolescentes dentro de un barrio marginal, "Coach Carter" se desenvuelve con destreza para complacencia y disfrute del espectador, que puede visionar este film más de una vez y siempre encontrar algún detalle o valor nuevo.

El guión no va a cambiar la historia del cine. Pues no solo cuenta con una temática ya vista, sino que además no aporta sorpresas o novedades (incluso se torna pronosticable por momentos (se adivina a la legua la reacción mala o buena que va a tener cada alumno ante ciertos retos que les propone su nuevo profesor) y redundante a ratos sobre la lucha interior de cada alumno por cambiar de vida (reto al espectador a contar cuantas veces se repite en un film de esta temática el que un alumno le diga al profesor "usted no sabe como se siente el vivir aquí" o algo parecido). Sin embargo se agradece que el libreto no tome por idiota al espectador, y ofrezca estas previsibles situaciones con momentos de naturalidad y, por consiguiente, empatía... y con pequeños detalles interesantes en cada una de estas vidas tratadas con la suficiente madurez y equilibrio (destaco el buen hacer en el tratamiento del jugador que se enfrenta a la temprana paternidad y sus dudas sobre como va a mantenerse económicamente, así como el buen hacer a la hora de plasmar en el guión la relación de pareja del jugador). Estos adolescentes, en principio tópicos, se salen del estereotipo para legar detalles de complicidad y matices; pues se trata de adolescentes normales y reflexivos, que se cansan, que dudan, que flaquean, pero que también desconectan y viven sus juergas y diversiones, adolescentes que también tienen garra y esperanza como corresponde a su edad.

Se agradece pues el buen tratamiento a sus personajes y a cada una de sus situaciones personales (incluyendo al entrenador protagonista), aunque es más que evidente que el film pudo ahondar mucho más en este tratamiento y dar algo de mayor calidad, lo que ofrece es lo suficientemente bueno como para encandilar con gusto y dignidad. Pero el film prefiere centrarse más en la trama de superación tanto baloncestística como estudiantil (en esos puntos el film puede resultar algo reiterativo... sobretodo en su último tercio al que le sobre repetición)... una trama tratada con pundonor, realce y pujanza; sin llegar a unas cotas de profundidad exacerbadas, pero con la suficiente inteligencia y armonía y sin caer en el tonto melodrama.

Pero en "Coach Carter" es la puesta en escena lo que realmente ensalza al film. Thomas Carter realiza una gran dirección (sin hacer alardes en sus planos, el director escoge genialmente los vetustos escenarios de los extrarradios, que ofrecen planos de una fotografía y plasticidad notables. En cuanto a las escenas de entrenamientos y partidos de baloncesto, Carter presume de una soberbia y enérgica edición cargada de o bien suspense o bien intensidad que atrapa sin remedio. No es fácil el rodaje de estos partidos, pero Carter se luce con dinamismo, cámara en mano y planos subjetivos). La banda sonora, la cual merece la pena un vistazo, también eleva la calidad del film así como las interpretaciones (Jackson aporta un empaque y una presencia totalmente necesarias a su natural y poco desarrollado en el libreto personaje, lo mismo se puede decir de todos los estudiantes secundarios (incluyendo a un por entonces desconocido Channing Tatum) que salvan con sus honestas interpretaciones algunas frases y situaciones de cliché).

En fin. "Coach Carter" nos narra de nuevo otra trama de "chavales conflictivos que se dedican a armar jaleo en clase, con un profesor que lo intenta todo con ellos y que poco a poco les salvará de su destino de delincuencia". Es una trama que no deja de tener tirón, potencia e interés. Y esta vez esta vista pero jugosa trama (nunca está de más recordar los valores de la superación personal gracias al deporte y el trabajo en equipo) se lleva a escena con la suficiente dignidad tanto en libreto como en puesta en escena como para ser uno de los mejores films en esta temática (supera sin pestañear a cintas como "Mentes criminales", "Freedom Writers o "Déjate llevar"). Aun con sus puntos de flaqueza, "Coach Carter" Merece la pena verse al menos una vez en la vida

Lo peor:..